Guamúchil, Sinaloa (Reacción Informativa). –Los agricultores de Sinaloa se están preparando para recibir al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y presentar una lista de peticiones cruciales, entre las que destaca la resolución de problemas relacionados con el pago del Programa de Seguridad Alimentaria (SEGALMEX).
Felipe Covarrubias, productor de maíz y uno de los afectados, destacó la situación crítica que enfrentan los agricultores. “Nos han tratado mal, mal, mal. No hay contacto con SEGALMEX. A pesar de las observaciones realizadas y solventadas, como el contrato de arrendamiento que se debía especificar en la escritura pública, seguimos sin avances”, comentó Covarrubias.
Según el productor, SEGALMEX ha prometido repartir los pagos desde el 15 de julio, pero hasta ahora, ningún agricultor en los grupos de enlace ha recibido el dinero prometido. “El secretario Jaime Montes ha afirmado que los pagos están en proceso, pero no se ha entregado nada”, añadió Covarrubias, quien también criticó la falta de capacitación de los centros de acopio, lo que ha llevado a que casi todos los expedientes presenten inconsistencias.
En una reunión programada para mañana en el Hotel York en Guamúchil, los agricultores planean discutir sus inquietudes y elaborar un escrito formal para presentar al presidente. “Queremos mostrarle al presidente lo que está pasando. Este tema lleva mucho tiempo sin solución, y tememos que sea otra promesa incumplida”, indicó Covarrubias.
Además, los productores han manifestado su descontento con el manejo del apoyo federal, ya que el dinero destinado no se ha distribuido de manera efectiva y los trámites han sido deficientes. “Estamos preocupados por la falta de acceso a la plataforma y la posibilidad de que el nuevo gobierno reciba el problema sin haberlo resuelto”, advirtió Covarrubias.
El apoyo que el gobierno ha proporcionado hasta ahora, como el fertilizante, ha sido cuestionado por su calidad y distribución limitada. “Nos dieron 300 kilos por hectárea solo para tierras propias. No recibí nada para los predios que rento, y la calidad del fertilizante es dudosa”, comentó. Esta situación contrasta con el anterior programa PROCAMPO, que proporcionaba un apoyo más estable y predecible.
Los agricultores también enfrentan restricciones en la comercialización de su producción, con limitaciones en la cantidad de maíz que pueden vender a precios convenidos. “El gobierno no apoya a los productores como debería. En lugar de premiar la alta producción, imponemos más barreras y limitaciones”, lamentó Covarrubias.