Como nunca antes, Ana Araujo, ex esposa de Pablo Lyle, habló de la difícil situación que enfrentó su familia en 2019, luego de que el actor fue arrestado por el homicidio imprudencial del señor Juan Ricardo Hernández, quien lamentablemente murió tras un altercado vial en el que estuvo el protagonista de Verano de amor.
Durante su visita al podcast de Aislinn Derbez, La magia del caos, la empresaria contó por primera ocasión cómo vivieron ella y sus hijos el proceso legal del actor quien, en febrero pasado, fue sentenciado a una pena de cinco años de prisión. La influencer compartió cómo abordó con sus hijos, Mauro y Aranza, de entonces 4 y 7 años, la noticia de que, en un inicio, su papá se encontraba en arresto domiciliario y que luego fue trasladado a una cárcel estatal del condado de Miami. En esta sincera conversación, Ana Araujo compartió detalles de cómo fue la primera visita de sus hijos al actor en la prisión y de cómo los niños se han adaptado a este momento familiar. La joven también confesó que, en el momento en el que Pablo se vio involucrado en este problema legal, ya se encontraban en proceso de divorcio, un trámite que pusieron en pausa los primeros dos años del proceso legal del mexicano.
La primera plática con los niños
Debido a que, en un principio Ana no podía hacer mucho por Pablo en Miami, ya que ella y los niños tuvieron que regresar a nuestro país, supo que su papel era cuidar a los pequeños: “No sabía cómo apoyar, el tema económico es súper importante, porque es demasiado y yo no sabía por dónde apoyarlo, hasta que caí en cuenta que mi trabajo eran mis hijos, yo pensaba: ‘Por algo estoy en Mazatlán, por algo estoy a cargo de ellos’, entonces yo me enfoqué”. La empresaria recordó cómo les explicó a sus hijos, que Pablo tenía que regresar a Miami: “Los niños estaban muy chiquitos cuando todo sucedió, Mauro tenía 4 años y Aranza 7, 8, estaban súper chiquitos. Al principio fue contarles una primera historia de: ‘Esto que acaba de suceder, en este momento (porque ellos venían en el coche), no estuvo bien, por eso papi va a tener que regresar y pedir disculpas y después va a poder regresar’, de repente fue: ‘Papi ya no va a regresar’ y fue empezarles a contar”, recordó.
El arresto domiciliario de su papá
Ana Araujo contó que, cuando Pablo inició su proceso, le contaron a Mauro una versión que él pudiera comprender: “No podía salir ni al pasillo y traía un GPS, los niños preguntaban: ‘¿Por qué no podemos ir al parque con papi?’. Primero teníamos que contarles la versión a su nivel, me acuerdo que le regalamos un reloj de Ben 10 a Mauro que es un monito que si le picas se transforma en monstruo. Le decíamos: ‘Papi tiene un reloj de Ben 10 y si sale del cuarto se puede transformar en otra cosa. Que no salga’ y me acuerdo que él también se lo ponía en el pie”, narró la ex esposa del actor. A pesar de que los niños comprendieron bien la primera etapa, debido a lo largo que resultó llegar a la sentencia, tuvieron que irle compartiendo información a los niños poco a poco: “Pasaron cuatro años, entonces, era cada tiempo ir revisando de nuevo la historia e irlos enterando cada vez más de la realidad, de saber que finalmente alguien falleció, que se tiene que tomar una decisión de si es culpa o no de su papá lo que sucedió”.
Para Ana fue muy complicado ayudar a sus hijos a comprender la compleja situación, debido a que ellos fueron testigos de lo ocurrido: “Pasaron un proceso de enojo muy profundo, porque ellos decían: ‘Pero mi papá me estaba defendiendo. Mami, papi me estaba defendiendo, por qué la juez lo quiere dejar venir conmigo, no hizo nada. Con ellos me tocó a mi toda esa parte”. Araujo confesó que el momento más complicado que vivió al lado de los niños fue cuando el actor fue sentenciado:
“Estábamos todos bien tristes, además era el día de mi cumpleaños, me estaban esperando con pastel para cantarme Las Mañanitas, pero bueno así se vivió”, recordó. Debido a que Pablo fue traslado a la prisión el mismo día de su audiencia final, sus hijos no pudieron despedirse físicamente de él: “Era ahora sí perder la comunicación, se empezaron a dar cuenta de lo que ya no iban a poder hacer”. Dando lecciones de resiliencia, cuando los niños conocieron la sentencia se mostraron positivos: “Cuando él ya les platicó el tiempo, lo primero que dijo Mauro fue: ‘Papá, a lo mejor para el próximo Mundial, ya vas a poder estar conmigo”.
La primera visita en prisión
Luego de que Pablo Lyle recibió su sentencia comenzó una nueva etapa en la familia. Por primera ocasión, Ana y sus hijos ingresaron a la prisión para visitar al actor, un momento que resultó muy retador para todos, sobre todo para el más joven del clan: “Tener un familiar en prisión implica irlo a visitar, se vuelve parte de nuestra vida planear (…) No es agradable, no está padre, fue muy fuerte para ellos la primera vez que lo vieron, muy fuerte a Mauro le dio temperatura ahí, se sintió mal, son muchas emociones, pero yo ya sé que la temperatura es miedo. Hay una parte de culpa, lo hablamos él y yo, es nuestra responsabilidad esto que acaba de pasar, nosotros decidimos traerlos aquí, a que ellos se sintieran así, pero bueno, esta es su realidad”. Tras la primera visita, poco a poco los niños se han ido adaptando a esta nueva etapa de manera satisfactoria: “Ellos siempre están viendo el lado positivo y eso es lo que a mí siempre me ha impresionado”, finalizó Ana.