El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presumió este miércoles el apoyo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tras la polémica derivada de los nuevos libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Nada más ahí agregar de que no se dio a conocer, un documento, un escrito del sindicato de maestros, pasó de noche, En donde los maestros y su organización sindical apoyan los libros de texto”, dijo.
“Lo informo porque no se sabe, les pregunto a los que me están escuchando, viendo, si se enteraron y estoy seguro que el 99 por ciento de la población no se enteró, el 99 por ciento de los mexicanos. Sí, a Javier Alatorre y todos los que nos gritan como pregoneros que nos van a vacunar con el virus del comunismo”, puntualizó en el Salón Tesorería de Palacio Nacional esta mañana.
En el comunicado, el SNTE apuntó que los libros de texto gratuito son una herramienta fundamental de “justicia social, que fortalecen la gratuidad, equidad y obligatoriedad educativas, que afianzan el derecho humano a la educación”.
“Defender los LTG como una conquista social no implica tener una posición acrítica sobre su contenido. Es amplia nuestra experiencia en formular observaciones y propuestas para mejorar y corregir las diferentes ediciones que ha habido en la historia de los LTG. Así lo haremos ahora, con profesionalismo y sin estridencias”.
El sindicato de maestros apuntó que rechazó “los llamados a la “quema” o “destrucción” de Libros de Texto Gratuitos, es una irresponsabilidad convertida en violencia política y cultural”.
“Que ninguna fuerza política, facción ideológica o grupo de interés pretenda convertir a la escuela y la educación públicas en el campo de sus disputas. Que dejen en paz y libre de sus violencias a la educación”, se lee en el documento.
Este apoyo del SNTE se da luego de que la Unión Nacional de Padres de Familia obtuviera el amparo de un juez mexicano para detener la circulación de los materiales obligatorios de la SEP, a fin de revisar su contenido y someter su rediseño a consultas previas.
Lo anterior también propició que diversas autoridades gubernamentales, como las de Jalisco, Guanajuato, Coahuila y Chihuahua decidieran no realizar la distribución de los libros de texto hasta que no se resolviera el conflicto legal.
Todo, en medio de una polémica por el contenido de los materiales educativos que serían entregados en las aulas mexicanas, por errores, así como por la educación temprana sobre diversidad sexual, reproductiva, sobre familias diversas, entre otros, como supuestas referencias en contra del “neoliberalismo” y en pro del “comunismo”.