El gusano barrenador es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de mamíferos, alimentándose de su carne viva.
Si no se trata, la infestación puede causar la muerte del animal o incluso afectar a humanos, en casos graves.
Una de las estrategias más exitosas para combatir esta plaga es la técnica del insecto estéril (TIE), la cual consiste en criar masivamente machos de la especie plaga, esterilizarlos mediante radiación y liberarlos en zonas afectadas.
Dado que las hembras de la especie Cochliomyia hominivorax se aparean solo una vez en su vida, al hacerlo con machos estériles no generan descendencia, lo que reduce drásticamente la población con el tiempo.
Además, al no implicar el uso de químicos o pesticidas, esta técnica es respetuosa con el medio ambiente y segura para otras especies.
Según el doctor Víctor del Río, especialista de la UNAM, para que la estrategia sea eficaz, es necesario liberar al menos diez machos estériles por cada hembra silvestre estimada en la zona de brote.
¿Cuál es la historia de la técnica de granjas de moscas en México?
México tiene experiencia comprobada en el uso exitoso de este método.
En 1972, se estableció la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (COMEXA), y en 1976 se construyó una planta de producción de moscas estériles en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Esta planta operó hasta 2013, cuando se declaró la erradicación de la plaga a nivel nacional.
Durante su funcionamiento, la planta logró producir hasta 500 millones de moscas estériles por semana.
Gracias a esta campaña, en 1991 se declararon libres de la plaga los estados de Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y en 2003 Chiapas alcanzó el mismo estatus.
No obstante, la plaga reapareció en 2024, ingresando por el sur del país, probablemente desde Centroamérica, en donde el cambio climático y el movimiento de ganado facilitaron su expansión.
¿Las granjas de moscas estériles siguen funcionando en México?
Ante el nuevo brote, y en medio de la crisis provocada por el cierre fronterizo de Estados Unidos, México ha reactivado la estrategia de liberación de moscas estériles, importadas desde la planta de producción ubicada en Pacora, Panamá.
Del 30 de noviembre de 2024 al 19 de mayo de 2025, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en colaboración con el Departamento de Agricultura de EE.UU. (APHIS), liberó más de 885 millones de moscas estériles en los estados afectados.
Estas moscas son trasladadas a centros de dispersión en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde se desarrollan antes de ser liberadas vía aérea.
El operativo se ha centrado en entidades como Chiapas, Campeche, Veracruz y Tabasco, siendo que esta intervención ha representado una inversión pública de al menos 167 millones de pesos.
Sin embargo, México actualmente carece de una planta propia de producción de moscas estériles, por lo que el secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, ha solicitado formalmente a Estados Unidos apoyo técnico para instalar una nueva planta nacional.
El objetivo es recuperar la autonomía en la lucha contra esta plaga y asegurar la estabilidad sanitaria en el ganado mexicano.
Recomendaciones para evitar el gusano barrenador y cómo identificar la plaga en animales
Además de la técnica del insecto estéril, las autoridades recomiendan medidas preventivas como:
- Revisión diaria del ganado
- Tratamiento oportuno de heridas
- Control de insectos
- Notificación inmediata de casos sospechosos al Senasica
Es fundamental evitar la movilización de animales infestados y reforzar los protocolos sanitarios en fronteras.
Los síntomas comunes de infestación por gusano barrenador incluyen:
- Fiebre
- Heridas supurantes con mal olor
- Pérdida de apetito
- Depresión y disminución en la producción
Además, la presencia de larvas en heridas abiertas es un signo inequívoco de infección.