Este sábado los restos del Papa Francisco fueron trasladados desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde fue enterrado. El cortejo utilizó el mismo papamóvil que el pontífice empleó durante su visita a México en 2016.
El vehículo, una Dodge Ram 1500 ‘Classic’, fue un regalo de México a la Santa Sede como parte de la celebración por los 25 años de relaciones diplomáticas entre ambos Estados, y en agradecimiento a la visita del Papa Francisco.
El cortejo fúnebre atravesó el centro de Roma, con decenas de miles de personas congregadas a su paso hasta llegar a la basílica romana, donde cuarenta personas, entre ellas desfavorecidos y algunos reclusos, esperaban su llegada en la escalinata de entrada con una rosa blanca.
La tumba se encuentra entre la Capilla Paolina, donde se exhibe ese icono mariano y la de la familia Sforza, y será sencilla, en la tierra, con una lápida de mármol blanco con la inscripción ‘FRANCISCUS’, su nombre papal, y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata.
El entierro se realizó en una ceremonia privada y los fieles podrán visitar la tumba a partir de este domingo.