ESTADOS UNIDOS.— El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) trabaja para expandir la capacidad nacional de detención migratoria. Actualmente, el sistema cuenta con unas 41,000 camas y se planea casi duplicar esa cifra a cerca de 100,000, según AP.
La agencia ya solicitó propuestas a empresas privadas para operar instalaciones en varios estados con contratos por hasta 45 mil millones de dólares.
Además, la Cámara de Representantes aprobó recientemente una iniciativa de gasto que incluye 175 mil millones de dólares destinados a reforzar la aplicación de leyes migratorias. Esto equivale a unas 22 veces el presupuesto anual actual del ICE.
¿Quiénes están detrás de los contratos para centros migratorios?
Algunas de las empresas más beneficiadas son compañías privadas que ya operan centros penitenciarios. Entre ellas están:
- Deployed Resources LLC, que obtuvo un contrato de hasta 3,850 millones de dólares para operar un campamento en Fort Bliss, Texas.
- The Geo Group Inc., con contratos en Newark, Nueva Jersey, y Baldwin, Michigan, por un total de 2,800 camas.
- CoreCivic Inc., que operará un centro en Dilley, Texas, para alojar a 2,400 personas, incluyendo familias con niños.
Desde la elección presidencial de 2024, las acciones de Geo subieron un 94 % y las de CoreCivic un 62 %, reflejando el crecimiento del negocio migratorio.
¿Por qué Luisiana tiene tantos centros de detención?
Luisiana es el segundo estado con más camas para inmigrantes detenidos, solo detrás de Texas. Aunque no tiene frontera con México ni alta población migrante, varias condiciones atrajeron al ICE:
- Costos laborales bajos
- Apoyo político estatal
- Disponibilidad de cárceles vacías tras reformas legales que redujeron condenas.
Tan solo en 2019, el ICE asumió el control de cinco cárceles estatales. En zonas rurales, donde las prisiones suelen ser una fuente clave de empleos, autoridades locales han favorecido estos contratos.
¿Qué denuncian abogados y defensores de migrantes?
Una de las principales críticas es que muchos centros están ubicados en zonas remotas, lejos de ciudades y abogados. En Luisiana, los nueve centros operan en el norte u oeste del estado, a varias horas de distancia de urbes grandes.