Mazatlán, Sin. (RI Noticias). La veda camaronera de este año comienza en un contexto crítico para el sector pesquero, marcado por una baja productividad y la falta de apoyo gubernamental, de acuerdo Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico. La crisis se ha acentuado debido a la inactividad de un gran porcentaje de las embarcaciones, ya que solo entre 80 y 100 de las más de 700 que operaban previamente están activas en el Pacífico mexicano.
El sector pesquero ha enfrentado una crisis continua durante los últimos seis años, principalmente por la eliminación de programas de apoyo y el incremento de los costos operativos, especialmente del combustible. Esta drástica disminución de embarcaciones refleja las dificultades de muchos pescadores para cubrir sus costos operativos. Las cooperativas pesqueras, agregó, continúan funcionando principalmente para preservar los empleos y el sustento de las familias involucradas, aunque la viabilidad económica de muchas embarcaciones se ve comprometida.
La falta de políticas públicas y el escaso presupuesto también han impedido que el sector avance en áreas clave, como la obtención de certificaciones internacionales y la incursión en nuevos mercados, como el europeo. La competitividad de la industria se ha visto gravemente afectada, ya que la ausencia de apoyos ha frenado tanto las inversiones en modernización como la posibilidad de acceder a mercados más rentables.
“Tenemos muchos años queriendo incursionar en cosas como el mercado europeo, sin embargo, son otros temas que dificultan realizarlo, no es algo que sea imposible. Desafortunadamente estamos en un sector lastimado, en un sector muy golpeado. Desde hace un poco más de cinco años la productividad ha disminuido por completo”, comentó Lizárraga.
Respecto a la producción de camarón, mencionó que este año ha sido particularmente complicado, con una escasa cantidad de camarón de altamar y una predominancia de tallas pequeñas. Aunque esto ha permitido que los precios se mantengan estables, la situación sigue siendo difícil para las embarcaciones que permanecen activas.
Por otro lado, expresó su preocupación por los posibles aranceles que se puedan aplicar al sector, aunque aún no se ha definido su alcance. A pesar de la incertidumbre, advirtió sobre el impacto que estos podrían tener en una economía ya debilitada.
Finalmente, hizo un llamado urgente al gobierno para implementar políticas públicas que fortalezcan al sector en el corto plazo, subrayando que, sin un apoyo adecuado, la pesca en el Pacífico mexicano continuará enfrentando grandes dificultades.
La veda camaronera comenzará el 6 de abril, en un escenario que podría prolongar las complicaciones para los pescadores del Pacífico.