Las políticas como el etiquetado de alimentos o la educación médica a los profesionales de la salud contribuyen a que México haya logrado detener en los últimos años el incremento en los porcentajes de obesidad y, de seguir así, la prevalencia de esta enfermedad podría decrecer en un 6 por ciento para 2030, afirmó un experto.
“México ha logrado detener el avance de la obesidad, entonces, si continuamos con esta tendencia, sí lograremos ser uno de los países en el mundo que detenga el avance de la obesidad para 2030”, dijo a EFE, Ricardo Luna, fundador de la Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO), en el marco del Día Mundial de la Obesidad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), medidas como la activación física, la alimentación sana, el consumo de agua y evitar o disminuir el consumo de bebidas azucaradas ayudarán a reducir la prevalencia de este problema para 2030.
“México es de los pocos países que está deteniendo el incremento en los porcentajes de obesidad. Yo creo que vamos por muy buen camino porque se ha trabajado mucho con los Gobiernos, también se ha trabajado mucho en la educación médica continua de los profesionales de la salud”, insistió Luna.
Explicó que entre los factores clave están la implementación del etiquetado frontal en productos procesados y bebidas azucaradas, vigente desde octubre de 2020, así como la promoción de estilos saludables y medidas como la prohibición de comida no saludable en escuelas de educación básica.
México ocupa el primer lugar de obesidad en niños y el segundo en adultos, y la diabetes, condición que tiene entre los factores de riesgo la obesidad, es una enfermedad con más de 13 millones de personas.
De acuerdo con un estudio de la organización World Obesity en su Atlas 2025, en México el 66 por ciento de la población adulta tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado y el 30 por ciento vive con obesidad.
El mismo reporte explicó que, aunque existen impuestos sobre las bebidas azucaradas, el consumo de estas por persona y semana es de entre 1 y 2.5 litros.
Luna señaló la importancia de que la población tome conciencia de que el sobrepeso es una enfermedad, como muchas otras que existen.
“A veces los pacientes pueden tener obesidad debido a que tienen alguna complicación, como hipotiroidismo, o medicamentos que causan sobrepeso u obesidad y no son evaluados adecuadamente”, señaló.
Los sistemas han fallado
Este año, la Federación Mundial de Obesidad (WOF, en inglés) definió como mensaje para conmemorar el Día Mundial de la Obesidad: ‘Los sistemas han fallado, no es culpa del individuo’, pues consideran que muchas veces se culpa al paciente por vivir con esta condición.
Sin embargo, factores como el acceso limitado a tratamientos, políticas de salud insuficientes y falta de regulación sobre información de tratamientos efectivos han perpetuado la crisis.
“Los pacientes generalmente creen que es su culpa tener sobrepeso y obesidad, y realmente dos personas pueden comer exactamente lo mismo, realizar la misma actividad física y uno presentar obesidad y otro no. Es por eso la importancia atender este problema de manera individualizada”, dijo.
Finalmente, dijo que la obesidad es prevenible y tratable, pero requiere un alto compromiso conjunto de la sociedad y el sector salud.
“Es importante como población que estemos más educados acerca de buenas elecciones para hacer preparaciones más saludables y evitar, sobre todo, el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, que gran daño ha hecho a nuestro país en materia de salud”, enfatizó.