Por unanimidad de 477 votos, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma político electoral y en contra del nepotismo, la cual aplicará hasta 2030; dicha iniciativa busca prohibir el nepotismo electoral, estableciendo parámetros para que los aspirantes a cargos de elección popular no tengan vínculos de parentesco.
Al momento la reforma sufrió modificaciones respecto a su redacción original enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cual se leía que esta iniciativa aplicaría en 2027, es decir, en el año de elecciones intermedias.
El diputado Víctor Hugo Lobo Román, presidente de la Comisión de Reforma Política-Electoral, destacó que esta medida es un paso fundamental en la construcción de un sistema político más equitativo y participativo. “La esencia de la reforma contra la no reelección corresponde a una identidad histórica de nuestro país. Abre la puerta a procesos electorales más equilibrados, equitativos y con la mayor imparcialidad”, afirmó el legislador.
Al hablar a nombre de su grupo parlamentario, la diputada Gabriela Georgina Jiménez Godoy refirió que con el dictamen se ha fortalecido el mandato del pueblo como máxima para evitar el nepotismo, avanzar en la democracia popular y evitar que unas cuantas familias políticas se hagan del poder en las entidades federativas, lo cual ha afectado los preceptos de inclusión, democracia y transparencia.
Esta reforma establece que las personas que hayan obtenido un cargo de elección popular, con excepción de los que correspondan a los poderes judiciales, no podrán ser reelectas para el periodo inmediato posterior para el mismo cargo.
También, se elimina la posibilidad de que una persona pueda ocupar un mismo cargo público por tiempo prolongado y erradica que el acceso a cargos de elección popular que sea por una cuestión de parentesco o vínculo familiar.