La directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza, aseguró que América Latina debe hacer “más, mejor y más rápido” para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en la región.
Vaeza intervino vía telemática para reflexionar sobre los avances en la materia en el acto ‘Mujeres al timón: tres décadas de progreso y desafíos en la igualdad de género’, celebrado en Madrid con motivo del 30 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, que sentó las bases para las políticas, programas e inversiones en pro de la igualdad de género.
“Las niñas que nacieron en 1995 y que hoy son mujeres adultas siguen enfrentando diferentes tipos de violencia, cuentan con menos oportunidades para participar en la vida pública y pueden recibir un salario menor que un hombre por un trabajo de igual valor y encima reciben un 25 por ciento menos de crédito al pedir financiamiento para sus emprendimientos”, lamentó.
Vaeza pidió avanzar hacia “una sociedad del cuidado” e invertir en las mujeres en todos los sectores, ya que el PIB per cápita mundial podría aumentar 20 por ciento si se reduce la brecha entre hombres y mujeres: “La igualdad de género es un buen negocio”.
Por su parte, el secretario general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Andrés Allamand, enfatizó la importancia de que haya mujeres “al frente del timón” para garantizar avances en equidad de género.
“La mejor manera de que las políticas públicas o las decisiones empresariales favorezcan a las mujeres es que ellas las adopten, cuando las mujeres se colocan en posición de tomar decisiones, se producen avances”, aseguró.
Sobre el progreso hacia la igualdad en Iberoamérica, Allamand cree que “se puede ver el vaso medio vacío o medio lleno”.
Al respecto, citó avances como la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, una mayor participación política y los esfuerzos por hacer que la transformación digital favorezca a las mujeres.
Sin embargo, recordó que sigue habiendo desigualdades estructurales que limitan la autonomía de las mujeres, como la falta de acceso a recursos financieros.
“En la región, a las mujeres les cuesta mucho más que a los hombres acceder al financiamiento y, una vez que acceden, las tasas de interés o los plazos de devolución las desfavorecen”, añadió.
Durante el acto también se dialogó sobre la importancia de que las mujeres tengan independencia económica y dos pescadoras, española y chilena, explicaron las dificultades que enfrentan las mujeres en sectores masculinizados.
