Prácticamente desde que asumió el cargo de presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha amenazado a decenas de países, incluyendo socios comerciales como Canadá y México, con la aplicación de aranceles.
Y aunque el tema se ha platicado decenas de veces en distintas plataformas por especialistas, pocas veces se aclara a qué se refiere este tipo de impuesto específico y cómo afecta a tu bolsillo en el día a día.
“El arancel es un impuesto que un país impone a bienes producidos en el extranjero. Básicamente lo que busca es encarecer estos productos importados para diferentes objetivos, entre ellos proteger la industria nacional, la economía o al país, como lo ha mencionado Trump en muchas ocasiones o a lo largo de estos últimos casi ya dos meses.
“También busca fomentar el consumo local y lograr ingresos fiscales con el afán de convertir esos ingresos adicionales en exenciones locales para los beneficiarios de ese arancel”, señala, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México, Jorge de la Rosa, director general de Grupo Consultor EFE.
¿Qué son los aranceles?
Una herramienta de negociación macroeconómica eficiente, los aranceles ayudan a regular o incentivar la economía local, pero también pueden significar una carga extra a los consumidores. De acuerdo con el experto, existen tres tipos.
“Por un lado, encontramos aranceles específicos, que es cuando un país impone una cantidad fija por cada producto que se importa. Vamos a decirlo de alguna manera: yo, Estados Unidos, le impongo un dólar por cada producto electrónico que se esté importando a mi país, sin importar cuál es el costo o el valor de ese producto.
“Tenemos otros aranceles que se les denomina ad valorem, que básicamente lo que hace es poner un porcentaje particular a algo que se está importando en el país. Es lo que ha anunciado Trump con este 25 por ciento generalizado para todos los productos, que posteriormente pasó a segundo término, y después lo hizo ya con productos muy específicos, que es el acero y aluminio importado de ciertos países”, explica De la Rosa.
El tercer tipo de arancel es el mixto, donde se pueden imponer tasas o porcentajes a productos específicos. Sin embargo, de acuerdo con el especialista financiero, el segundo tipo es el más usado en el mundo.
¿Quién paga los aranceles?
Aunque la carga arancelaria tiene como objetivo casi siempre incentivar la economía local, algunas veces el costo de estos impuestos se revierte al consumidor, quien termina pagando más por productos extranjeros que ya consumía o por nacionales que le eran menos convenientes. Los efectos inmediatos son contundentes.
“Por un lado, podríamos ver aumentos en los precios a los consumidores. Cuando tú como país impones un arancel, básicamente te estás dando un balazo en el pie en el sentido de decir, oye, pues, yo le voy a poner un arancel en este caso de unos productos electrónicos, acero, etcétera.
“Esos productos los consumen en mi país, los estás encareciendo, estás haciendo más caro el producto extranjero, que en algún momento era barato para ti consumirlo. Entonces, inmediatamente, puede ser que no compres ya ese producto. Sin embargo, si no has comprado tu producto nacional es porque era más caro”, destaca el experto.
Este aumento de precios genera inflación la cual, de acuerdo con De la Rosa, podría llegar a un uno por ciento en Estados Unidos, donde la población no suele estar acostumbrada a lidiar con estos problemas y podría convertirse en un problema para la administración Trump.