¿Es verdad que han amado con todo el corazón? Mentira. La ciencia confirma que las emociones y sensaciones que provoca el amor en realidad vienen del cerebro. De manera literal, es pura química.
Y sí, durante la etapa del enamoramiento todo es color de rosa, porque la corteza prefontral relacionada con los juicios y la percepción crítica de la realidad se apaga, mientras que el núcleo accumbens, que está relacionado con circuitos de recompensas, se activa.
El cerebro se modifica y diversas hormonas y neurotransmisores actúan como mensajeros químicos que detonan los sentimientos y sensaciones que produce el amor, como las mariposas en el estómago, que no son más que movimientos peristálticos del intestino.
Decir que se ama con todo el corazón es más que nada una cuestión poética, porque todas las manifestaciones amorosas van a estar relacionadas con la actividad de nuestro cerebro; entonces, siempre va a ser muy romántico decir: ‘te amo con todo mi corazón’, pero, estrictamente, deberíamos decir: ‘te amo con todo mi cerebro’ y si fuéramos más específicos, hasta mencionar con qué partes del cerebro, pero a lo mejor eso no suena tan romántico. Entonces, lo que sí es mentira es que amamos con nuestro corazón, porque amamos con nuestro cerebro”, explicó Ignacio Camacho, experto en estudio de las hormonas sexuales, sus efectos y mecanismos de acción, de la Facultad de Química de la UNAM.
En entrevista con Excélsior, Camacho detalló que cuando una persona está enamorada se liberan neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, relacionados con los estados de ánimo placenteros. También intervienen la oxitocina y la vasopresina, hormonas que generan situaciones gratificantes y de apego.
En un inicio, hay cambios muy importantes en la actividad de diferentes zonas de nuestro cerebro; hay cambios, por ejemplo, en el sistema nervioso simpático, parasimpático, en la parte del enamoramiento, puede haber cambios en el ritmo cardíaco, en la presión, incluso cambios respiratorios, y todos estos cambios van a estar modulados por la acción de neurotransmisores y hormonas como la adrenalina, noradrenalina, la acetilcolina”.
Entonces, en la primera fase, uno está incluso con euforia, mucha paz, con muchas ganas de hacer una gran cantidad de cosas. También hay ciertos cambios en los niveles, por ejemplo, de cortisol, que es una hormona que sintetizan y secretan las glándulas adrenales y que está relacionada con la respuesta al estrés”, refirió.
EL AMOR CAMBIA A LAS HORMONAS
Con el amor también cambian las hormonas sexuales y la testosterona, que en general está aumentada en los hombres, disminuye durante el enamoramiento, mientras que en la mujer aumenta, lo que se cree que está relacionado con la defensa que se puede tener de la pareja. Durante la fase del enamoramiento, incluso el sistema inmunológico se ve incrementado.
El experto concluyó que el enamoramiento no es algo que uno decide y a veces se presenta de una manera impensada, por lo que, si se quiere mantener una relación amorosa, se tiene que trabajar todos los días para ello.