Todos tenemos rachas de enojo y son normales; el estrés muestro estilo de vida o el descontrol a ciertas situaciones pueden ponernos vulnerables, sin embargo, hay personas que viven molestas todo el tiempo y eso no está del todo bien, sobre estos comportamientos la psicología tiene una explicación.
De acuerdo con la American Psychological Association (APA), el enojo es una emoción humana totalmente normal pero cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, nos puede ocasionar muchos problemas en los ámbitos en los que nos desarrollamos. El enojo es un estado emocional que varía en intensidad, desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa.
El enojo, así como otras emociones, está acompañada de cambios psicológicos y biológicos. Según la asociación de psicología, cuando nos enojamos, nuestra frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina. Estas emociones pueden ser causadas por sucesos externos o internos.
Normalmente, la forma de expresar enojo es responder de manera agresiva, pues es una respuesta natural que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados. Lo ideal es expresar nuestros sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad.
¿Qué dice la psicología de las personas que se enojan por todo?
La American Psychological Association explica que las personas que se enojan con facilidad, tienen lo que los psicólogos denominan baja tolerancia a la frustración, que significa que sienten que no deberían estar sujetos a la frustración, irritación o a los inconvenientes. Es difícil para ellos tomar las cosas con calma e inmediatamente se enfurecen, sobre todo si la situación de alguna forma es considerada injusta.
Refiere que las personas que se enojan mucho puede deberse a diversos factores como genético o fisiológico. Existen pruebas de que algunos niños nacen irritables, sensibles y que se enojan con facilidad, y estos signos están presentes desde una edad muy temprana. Pero otro factor importante que puede estar relacionado a la manera como se les enseña a lidiar con el enojo. Estas serían los principales orígenes de por qué algunas personas se enojan por todo.
- Antecedentes familiares: familias problemáticas, caóticas y sin capacidad para la comunicación emocional.
- Baja tolerancia a la frustración: no saben tomar las situaciones con tranquilidad.
- Sentimientos de irritabilidad: hay niños que nacen irritables, sensibles y que se enojan con facilidad.
¿Cómo sobrellevar el enojo?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention) de Estados Unidos recomiendan una serie de acciones para sobrellevar el enojo y para que no se vuelva una situación constante en nuestra emoción. Si esta situación sale de tu control, lo ideal es que busques ayuda profesional.
- Respira para calmarte: un descanso de tan solo cinco minutos puede hacer la diferencia.
- Acepta cómo te sientes: está bien no sentirse bien pero no debe ser un sentimiento frecuente.
- Date un tiempo para cuidarte a ti mismo: busca formas de reducir el estrés, como hacer ejercicio y darte tiempo para descansar.
- Promueve hábitos saludables: dale prioridad a tener hábitos de alimentación saludables, a dormir bien y a hacer ejercicio.
- Demasiadas noticias pueden aumentar los sentimientos de frustración y enojo: evita ver programas violentos.