La naranja es una fruta que destaca por su sabor dulce y refrescante, además de ser una de las principales fuentes naturales devitaminas. Su consumo regular aporta múltiples beneficios para la salud, desde el fortalecimiento del sistema inmunológico hasta la mejora de la digestión, convirtiéndola en un alimento esencial en cualquier dieta balanceada.
La vitamina C presente en la naranja es un potente antioxidante, según la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Su consumo favorece la producción de colágeno, lo que ayuda a mantener la piel firme, hidratada y con una apariencia juvenil. Además, combate los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro y del daño celular, reduciendo la aparición de arrugas y manchas.
Además de sus beneficios estéticos, la naranja actúa como un aliado natural en el funcionamiento de los riñones, favoreciendo su salud y contribuyendo a su correcto desempeño. Su composición rica en nutrientes esenciales ayuda a mantener el equilibrio en el organismo, permitiendo que este órgano desempeñe sus funciones de manera eficiente.
¿Cuáles son los beneficios de consumir naranja todos los días?
Consumir naranja de forma regular es una manera sencilla y deliciosa de contribuir al bienestar de los riñones y al equilibrio general del organismo. Gracias a su alto contenido en agua y nutrientes esenciales, esta fruta favorece la hidratación y el buen funcionamiento renal, ayudando a mantener una adecuada eliminación de toxinas.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la naranja está compuesta en un 90% por agua, lo que la convierte en una opción refrescante para mantener los riñones hidratados. Sin embargo, en personas con enfermedad renal crónica, su consumo debe ser moderado, limitándose a una unidad diaria, ya que un exceso podría alterar los niveles de ciertos minerales en el organismo.
Además, el citrato presente en la naranja puede desempeñar un papel importante en la prevención de cálculos renales. Este compuesto ayuda a reducir la formación de cristales en los riñones, lo que disminuye el riesgo de desarrollar piedras y contribuye a una mejor salud renal a largo plazo.
Por otro lado, su contenido en potasio y fibra la convierte en un diurético natural, promoviendo la eliminación de líquidos retenidos y reduciendo la hinchazón. Esta propiedad resulta beneficiosa para quienes padecen hipertensión o retención de líquidos, ya que facilita la depuración del cuerpo y favorece el equilibrio de los niveles de sodio en el organismo.
Riesgos del jugo de naranja en pacientes con problemas renales
De acuerdo con el coordinador de Nutrición Renal de la Sociedad Argentina de Nefrología, Leonardo Sivak, el jugo de naranja natural puede ser consumido diariamente, siempre considerando el estado de salud de cada persona.
“En personas que ya tienen cálculos renales específicos y presentan insuficiencia renal, hay que tomar precauciones, y las indicaciones no son las mismas que para la población sana con respecto al consumo de jugo de naranja”, explicó Sivak en una entrevista para Infobae el pasado 26 de enero.
Asimismo, el especialista destacó que las personas sin problemas renales pueden beber jugo de naranja sin añadir azúcar, ya que su consumo aporta beneficios importantes. Sin embargo, advirtió que en los jugos procesados se pueden perder varias de las propiedades nutricionales de la fruta, por lo que es preferible optar por preparaciones naturales.
Un estudio publicado en Nutrients en 2021, realizado por el Grupo de Investigación Clínica en Litiasis Urinaria del Hospital Tenon, Universidad de la Sorbona de París, Francia, reveló que el jugo de naranja eleva los niveles de citrato en la orina. Este compuesto es clave para inhibir la formación de cristales de oxalato de calcio, el principal componente de los cálculos renales. Además, contribuye a regular el pH urinario, reduciendo el riesgo de cálculos de ácido úrico.
A pesar de sus beneficios, el jugo de naranja contiene azúcares naturales que, en exceso, pueden aumentar los niveles de oxalato en la orina, lo que podría contrarrestar algunos de sus efectos positivos. Por ello, su consumo debe ser moderado y adaptado a las necesidades de cada persona, especialmente en quienes tienen antecedentes de problemas renales.