Al parecer, el director de “Emilia Pérez”, Jacques Audiard, no se cansa de estar en el ojo del huracán, luego de que su película, aunque ha sido multipremiada, en México y América Latina ha recibido una ola de rechazo y críticas debido a que es considerada racista, xenófoba y transfóbica, además de estar llena de clichés y tomar a la ligera el tema de los desaparecidos y el narcotráfico en México.
Tan es así que, a una semana de su estreno en el país, las salas de cine, como Cinépolis, se han visto envueltas en problemas con el público, que ha exigido el reembolso de su dinero al considerar que no se trata de un buen filme. Y por si eso fuera poco, Camila Aurora, una artista trans, está arrasando en internet gracias a su exitoso cortometraje denominado “Johanne Sacrebleu”, una parodia de la película “Emilia Pérez”.
Sin embargo, de cara a la entrega de los Premios Oscar, donde la película protagonizada por Karla Sofía Gascón tiene 13 nominaciones, Jacques Audiard volvió a dar de qué hablar, y sus comentarios provocaron molestia y dejaron ver el clasismo del director de cine.
¿Qué dijo ahora Jacques Audiard?
Jacques Audiard ha causado una gran controversia tras hacer unas polémicas declaraciones sobre el español, calificándolo como un idioma de pobres y migrantes. Esta afirmación ha sido ampliamente criticada, ya que muchos lo consideran una muestra de clasismo y desprecio hacia los países de habla hispana, particularmente aquellos de Latinoamérica.
Las declaraciones de Audiard han causado una avalancha de reacciones negativas en plataformas como Twitter, donde usuarios de México y otros países de Latinoamérica han expresado su indignación.
Lo que más ha molestado a la comunidad es lo que consideran una hipocresía por parte del director, quien proviene de Francia, un país con un pasado colonialista, y ahora se atreve a retratar una historia mexicana sin un verdadero conocimiento o conexión con la cultura del país.
La furia en redes sociales ha sido tal que muchos piden una reflexión sobre el papel de los cineastas extranjeros al abordar temáticas tan profundas de otras culturas. La controversia sigue creciendo, mientras la comunidad hispanohablante exige más respeto hacia su lengua y su historia.
