El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó que le cambiará el nombre al Golfo de México y lo llamará ‘el Golfo de América’.
“El Golfo de México será rebautizado como ‘Golfo de América’, dijo el magnate durante su primer discurso como presidente de Estados Unidos.
Durante su toma de posesión, indicó que hará otros ajustes, ya que también planea renombrar al Monte Denali.
El Monte Denali, la montaña más alta de América del Norte, será restituido a su nombre original, Monte McKinley”, aseveró Donald Trump.
¿Trump puede cambiar el nombre al Golfo de México?
El pasado 7 de enero, Trump expresó por primera vez su intención de cambiarle el nombre al Golfo de México y en su discurso inaugural reafirmó su plan.
“Nosotros hacemos la mayor parte del trabajo allí y es nuestro […] vamos a cambiar el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América”, dijo hace unos días.
El Golfo de México tiene 1.6 millones de kilómetros cuadrados, en los cuales están cinco estados de México (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán), cinco de Estados Unidos (Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana y Texas), así como dos provincias de Cuba (Pinar del Río y Artemisa).
Por lo anterior, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar entre Estados Unidos y México, Estados Unidos y Cuba y México y Cuba, estableció acuerdos internacionales de delimitación fronteriza marítima, indica la BBC.
En ese sentido, si Trump planea cambiar el nombre al Golfo de México, primero debe contar con la aprobación de México y Cuba, así como de varios organismos internacionales, entre ellos la Organización Hidrográfica Internacional, la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el Grupo de Expertos de Naciones Unidas en Nombres Geográficos (UNGEGN).
Sin embargo, Trump tiene una herramienta para cumplir su propuesta: y es que puede recurrir a la Junta de Estados Unidos para nombres Geográficos (BGN, por sus siglas en inglés), en caso de que México y Cuba rechacen su plan.
Aunque no tiene la autoridad para crear los nombres de lugares geográficos, la BGN puede aprobar los nombres propuestos por agencias federales, gobiernos estatales o locales o incluso por el público, como lo hizo en 2015, cuando el entonces presidente Barack Obama cambió el nombre del monte McKinley por monte Denali.