En un entorno donde cada vez se le da más importancia al cuidado de la salud mental, el ejercicio se ha destacado como una forma accesible y eficaz de mejorar el estado emocional.
Cada vez más investigaciones respaldan que la actividad física tiene un impacto directo en la salud mental, y puede ser de gran ayuda para quienes enfrentan problemas como la depresión.
De acuerdo con un estudio reciente publicado en Mayo Clinic, realizar actividad física durante 45 minutos, tres o más veces por semana, reduce significativamente el riesgo de desarrollar síntomas depresivos.
Además, el ejercicio regular no solo mejora la química cerebral al liberar endorfinas, sino que también fortalece la resiliencia emocional, fomenta la interacción social y establece rutinas saludables que son clave en el manejo de trastornos como la depresión y la ansiedad.
Actividades como caminar, correr, nadar o practicar yoga han demostrado ser efectivas para reducir el estrés y fomentar una sensación de bienestar.
La actividad física tiene un poder transformador para la mente y el cuerpo”, afirmó Gabriela Vieira Do Prado, directora General de Sports World.
Conscientes de la relevancia de la salud mental en la sociedad actual, es importante incorporar el ejercicio físico en su día a día como una herramienta de bienestar emocional, a la par de los beneficios para la salud física.