Mazatlán, Sin.- (RI Noticias) – La temporada camaronera en Mazatlán avanza en medio de grandes desafíos para los pescadores y armadores, quienes enfrentan altos costos operativos, especialmente del diésel, y una disminución en la producción de camarón.
Mario Alfredo Pérez González, pescador de una embarcación camaronera, compartió que el segundo viaje de la temporada, concluido el pasado 27 de diciembre, arrojó una captura de cinco toneladas de camarón grande y tres toneladas de camarón piojo destinado al consumo nacional. Sin embargo, las condiciones han sido cada vez más complicadas.
“La producción va bajando viaje tras viaje. Lo bueno es que parece que haremos un tercer viaje, aunque estamos esperando el diésel, que es el gasto más fuerte. Ahorita ronda los 25 pesos por litro y una embarcación necesita entre 20 mil y 35 mil litros, dependiendo del tamaño del barco. Esto dificulta mucho que más barcos salgan a pescar”, señaló Pérez González.
La disminución en la participación de embarcaciones es evidente. Durante el primer viaje, cerca de 200 barcos zarparon desde Mazatlán, pero en el segundo viaje este número bajó a aproximadamente 120 o 130.
Otro reto importante es la reducción en el tamaño del camarón capturado. Las tallas grandes, como U10 y U12, son las más valoradas en el mercado de exportación, pero esta temporada predominó el camarón de tallas más pequeñas, lo que ha reducido los ingresos. Además, el camarón azul, altamente demandado, fue muy escaso en esta temporada.
“Aunque no fue una temporada tan buena como la pasada, el poco producto y las tallas chicas impactaron los ingresos. Lo que se trajo de primera fue camarón café y blanco U12, pero el camarón azul estuvo muy escaso”, agregó el pescador.
La posible realización de un tercer viaje depende de la disponibilidad de diésel y de los costos que ello representa. Mientras tanto, los armadores evalúan si las condiciones económicas permiten continuar en alta mar, en una temporada que ha sido particularmente desafiante para toda la industria.