Mazatlán, Sin.- (RI Noticias) – La noche del miércoles 8 de diciembre, alrededor de las 9:00 p.m., se reportó el varamiento de una ballena jorobada muerta (Megaptera novaeangliae) en las playas del malecón de Mazatlán. El Museo Nacional de la Ballena (MUNBA), a través de su director M. en C. Oscar Guzón, quien también forma parte de la Red de Asistencia a Ballenas Enmalladas (RABEN), fue notificado sobre el varamiento y trabajó en coordinación con PROFEPA para evaluar la situación.
El animal varado fue identificado como un macho juvenil de ballena jorobada, de aproximadamente nueve metros de largo. Según los primeros análisis, la causa probable de la muerte del cetáceo fue el enmallamiento en una red de pesca tipo chinchorro, ya que se encontraron restos de la red en el cuerpo del animal.
Además, el cuerpo presentaba signos de descomposición incipientes, lo que sugiere que la ballena pudo haber muerto entre dos o tres días antes del hallazgo. Debido a las condiciones del lugar y el tiempo transcurrido desde la muerte del animal, no fue posible realizar estudios necroscópicos.
El equipo de MUNBA, en colaboración con autoridades locales y federales, acordonó el área para garantizar la seguridad pública y evitar que la presencia de espectadores afectara las maniobras de manejo del cadáver. Con la ayuda de retroexcavadoras, el cuerpo de la ballena fue enterrado en el mismo lugar. Aunque la recuperación del esqueleto del animal no siempre es posible, se consideró esta opción para fines educativos y científicos, si las condiciones lo permitían.
Los varamientos de mamíferos marinos, como las ballenas, representan riesgos para la salud pública debido a los gases y fluidos de descomposición que pueden acumularse en los cuerpos de los animales. Sin embargo, también ofrecen una oportunidad importante para obtener información científica sobre las amenazas que enfrentan estos animales, como la interacción con actividades humanas.
El M. en C. Óscar Guzón Zatarain, director del MUNBA y coordinador regional de la RABEN en sinaloa, destacó la importancia de este evento para reflexionar sobre cómo podemos armonizar las prácticas pesqueras con la protección de la vida marina. “La pesca es vital para nuestras comunidades, pero también debemos innovar para que sea sostenible”, afirmó.
En este caso, el enmallamiento en redes de pesca destaca la necesidad urgente de implementar estrategias para reducir el impacto de estas prácticas en las poblaciones de cetáceos. Es esencial que tanto las autoridades como las comunidades costeras trabajen en conjunto para proteger a estos animales.
El MUNBA, continua comprometido con la conservación de los cetáceos y el estudio de los varamientos. La colaboración entre instituciones locales, estatales y federales es fundamental para atender estos incidentes y fomentar la educación ambiental.
Este evento subraya la importancia de seguir fortaleciendo las redes de cooperación y promover el conocimiento sobre la vida marina, buscando equilibrar la preservación del entorno natural con las actividades humanas.