Termina el 2024, un año que se volvió histórico por la llegada Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, siendo la primera mujer en la historia del país en tomar ese puesto. Desde ese momento, han pasado ya casi cuatro meses, mismos en los que se han suscitado algunos eventos sumamente violentos que, sin duda alguna, han marcado el inicio del sexenio. Estos son algunos de ellos:
Uno de los hechos violentos que conmocionaron al país y que marcaron el inicio del sexenio de la presidenta, fue el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a tan solo seis días de haber tomado el cargo.
Algo que hizo aún más trágico el hecho, fue que el alcalde fue decapitado y su cabeza fue expuesta a la población, pues la dejaron en el toldo de una camioneta. Semanas antes de su muerte, dos de sus asesores también fueron asesinados.
Un par de días antes del asesinato del alcalde, en Celaya, Guanajuato, también se vivió un momento sumamente violento, luego de que hombres armados entraran al bar Belfast, ubicado en Fuentes de Trevi 310, colonia Las Fuentes, y disparara contra los clientes del lugar.
El hecho dejó un total de tres personas sin vida y varios comensales con crisis de pánico. El tres de octubre, un día antes de este ataque, Salamanca registró cinco ataques simultáneos que provocaron la muerte de 12 personas.
Posteriormente, el domingo 20 de octubre, el sacerdote y reconocido defensor de los Derechos Humanos Marcelo Pérez, fue asesinado a balazos en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Los hechos ocurrieron cuando, luego de terminar de oficiar una misa, el sacerdote abordó su vehículo. En ese momento, dos hombres en motocicleta se le acercaron y le dispararon. Dentro del automóvil quedó el cuerpo sin vida del párroco.
El 24 de octubre se reportó que, al menos, tres policías habían resultado heridos tras la explosión de un coche bomba frente a las instalaciones de seguridad de la localidad de Acámbaro, en Guanajuato.
Horas después de este hecho, otro coche bomba explotó en Jerécuaro, dejando solo daños materiales.
Posteriormente, durante la madrugada del 24 de noviembre, se registró un ataque armado al interior del centro nocturno DBar, en Villahermosa, Tabasco, mismo que dejó un saldo de seis muertos y, por lo menos, 10 heridos.
Informes de la Fiscalía General del Estado señalaron que los pistoleros planeaban atacar a una persona en específico, por lo que las otras cinco víctimas mortales habrían sido un “daño colateral”. Del total de civiles asesinados, cinco murieron en el lugar, mientras que uno más perdió la vida cuando era trasladado para su atención médica. Se presume que todos los fallecidos tendrían más de 20 años de edad.
En un hecho más reciente, se dio a conocer el asesinato del diputado federal del Partido Verde Benito Aguas, quien murió en un hospital de Orizaba, en Veracruz.
Los hechos ocurrieron el 9 de diciembre, cuando Aguas circulaba a bordo de un vehículo sobre la carretera que conduce a la comunidad Tepenacaxtla, en la zona serrana de Veracruz, cuando un sujeto a bordo de una motocicleta se le emparejó y abrió fuego directamente contra el legislador federal y su acompañante.
Aguas Atlahua resultó gravemente lesionado en el hecho, pero la persona que lo acompañaba murió en el lugar de los hechos. Un día después, el diputado falleció.
El pasado 11 de diciembre, se reportó el asesinato del magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Guerrero, cuando salía de los juzgados de Caleta, en el puerto de Acapulco.
Según reportes, un grupo de sicarios esperaba al magistrado a la salida de los juzgados y lo balearon apenas subió a su vehículo, mismo que quedó con el vidrio del conductor hecho pedazos y el cuerpo de Edmundo Ramón Pinzón sin vida en su interior.
