En su columna de opinión de este jueves, titulada “Claudia vs. la percepción”, el periodista Carlos Loret de Mola ofrece un análisis de los eventos más recientes y preocupantes en México. Uno de los incidentes más llamativos ocurrió en un pequeño pueblo del Estado de México, donde se intentó detener al alcalde bajo la acusación de tener vínculos con el narcotráfico. A pesar de un operativo que incluyó 15 camionetas, logró escapar durante un mitin en la plaza central. Este hecho se suma al asesinato de un alcalde en San Luis Potosí, donde durante las investigaciones, buscando a un influyente miembro de Morena, se encontró hasta un leopardo en su casa.
Otros episodios de violencia en el país también han conmocionado a la opinión pública. En una operación militar, dos soldados murieron tras ser atacados con explosivos lanzados desde drones, lo que los llevó a una zona llena de minas antipersonales colocadas por narcos. En Guanajuato, el asesinato de un conocido empresario del sector vinícola provocó indignación. Videos en redes sociales mostraron a niños interrumpiendo un juego de béisbol y echándose al suelo para protegerse de una balacera, así como la entrada de sicarios a una iglesia durante una ceremonia de XV años.
Mientras estos eventos se desarrollan, el gobierno de Claudia Sheinbaum informa sobre una supuesta reducción del 24% en los homicidios y la detención de más de 6 mil presuntos delincuentes. Sin embargo, la realidad cotidiana parece contradecir estos datos, con historias de alcaldes decapitados, ciudades en estado de sitio por 100 días, asaltos en las carreteras, narcobloqueos y quema de tiendas de conveniencia.
Además de los problemas de seguridad, Sheinbaum enfrenta un reto en el ámbito político, con la percepción de que su liderazgo es cuestionado dentro de Morena. Recientemente se hizo pública una disputa entre figuras prominentes del partido, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, con serias acusaciones de corrupción. Este choque dejó al descubierto una aparente falta de autoridad de Sheinbaum, a quien algunos en el partido no ven como líder suprema, sino como una igual. Tal percepción contrasta con la firmeza que caracterizó la gestión de AMLO, donde cada movimiento tenía una reverencia que ahora parece faltarle a la actual presidenta.
Loret de Mola concluye que el combate contra la percepción es una lucha compleja, ya que, en muchas ocasiones, esta percepción se alinea con una preocupante realidad que el gobierno de Sheinbaum debe enfrentar tanto en términos de seguridad como de liderazgo político.