Mazatlán, Sinaloa (RI Noticias). – La temporada camaronera 2024-2025 en Mazatlán muestra signos de una crisis creciente, según el testimonio de los pescadores que se enfrentan a la incertidumbre del mar. Mario Alfredo Pérez González, pescador de una embarcación camaronera, comparte un panorama sombrío tras el primer viaje de la temporada. Tras haber iniciado su segundo viaje el 23 de noviembre, Pérez González expresa una mezcla de esperanza y preocupación por el futuro de la flota camaronera.
En su primer viaje, logró traer seis toneladas de camarón grande y cuatro de camarón piojo, cifras que superan a muchas otras embarcaciones que solo consiguieron entre tres y cuatro toneladas, insuficientes para cubrir los costos operativos.
“Se necesitan al menos cinco toneladas para solventar los costos de un segundo viaje. Muchos armadores prefieren mantener los barcos amarrados porque no es rentable salir nuevamente al mar”, explica.
El segundo viaje no ha sido más alentador, con capturas que disminuyen con cada salida al mar.
“Cada viaje sale un poco menos de camarón, pero ya con unas 4 toneladas de camarón grande que se completen, podríamos salir a otro viaje, si Dios quiere”, comenta, esperando completar 4 toneladas de camarón grande y 3 de piojo, aunque reconoce que la tendencia de captura va en descenso.
Este año, las capturas han bajado un 50% en comparación con la temporada anterior, una caída que se atribuye en parte al inicio tardío de la zafra el 17 de octubre, que no ha generado los resultados esperados en cuanto al crecimiento del camarón.
Además, Pérez González compartió que están planeando regresar el día 27 de este mes para pasar fin de año con sus familias, una decisión que refleja tanto la necesidad de un descanso como la realidad de las capturas cada vez más escasas.
La situación refleja una crisis en potencia para la industria pesquera local, poniendo en evidencia la necesidad urgente de estrategias sostenibles y de apoyo para la flota camaronera de Mazatlán. La subsistencia de muchos pescadores y la comunidad dependen directamente de la abundancia y calidad de los recursos marinos, que actualmente están bajo una presión considerable.