Aunque el fin de año es sinónimo de celebración y buenos tiempos con familiares y amigos, para algunas personas el peso de las responsabilidades puede ser abrumador y detonar situaciones de estrés.
“Hay muchísimas cosas que provocan presiones adicionales, normalmente afloran situaciones que las personas vienen guardando y causan profundo estrés, ansiedad a lo largo del año.
“Cuando llegan estas presiones adicionales del fin de año que incluyen gastos, cuestiones sociales y culturales para las festividades, como son los regalos, las vacaciones, los aguinaldos, sí es muy notorio cómo las personas entran en estados de mucho mayor depresión”, explica la psicóloga Paula Ambrosi, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México.
La sensación de miedo y la ansiedad provocada por dichas presiones, de acuerdo con la experta, son lo que causa el desbordamiento de las emociones, lo que puede ocasionar cuadros de depresión.
¿Cómo puedo combatir la depresión de fin de año?
Atender a las causas de la depresión puede ser la mejor herramienta para liberar presiones y no caer en cuadros que requieran atención médica, es una de las claves para liberarse de las tensiones.
Ambrosi señala que, en la mayoría de los casos, la cadena de pensamientos inicia con la sensación de que un ciclo está por terminar, por lo que se genera un sentimiento de ansiedad ante los proyectos que, por una u otra razón, no se pudieron concretar.
“Las personas que llegan a pedir ayuda en estos momentos del año a veces lo único que necesitan es un respiro, es parar cinco minutos, observar y decir: ‘bueno, ¿puedo hacer todas esas cosas? No, OK, pues entonces no se hacen’. Esta pausa es clave, es esencial.
“La siguiente es no tener miedo a la introspección en mi propio ser, a ver qué está pasando en esta cadena de pensamientos que provocan esta fuerte reacción emocional y física”, señala.
Al final, no tener miedo a pedir ayuda o confiarles tus problemas a personas de tu confianza o a un profesional de la salud mental, es clave para salir avante y permitirte disfrutar de la temporada con alegría.