Mazatlán, Sinaloa.- (RI Noticias) – La presa Huites enfrenta una crisis sin precedentes, con una pérdida del 75% de su espejo de agua en apenas dos meses. Este fenómeno, que redujo la superficie del embalse de 2,644 hectáreas en octubre a solo 647 hectáreas en noviembre, ha encendido las alarmas tanto en la comunidad científica como entre los pescadores de la región.
El investigador Marcos Bucio Pacheco, de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), calificó el fenómeno como “extremo y difícil de explicar” dentro de los parámetros ambientales. Desde 2020, la presa ha acumulado una pérdida de 3,312 hectáreas, pero la reciente reducción de 1,996 hectáreas en solo dos meses representa la mitad de esa cifra, un hecho sin precedentes en los registros históricos.
Datos meteorológicos de la región no explican el fenómeno: octubre presentó una precipitación promedio de 14.52 milímetros y temperaturas medias de 31.8 °C, con máximas de 42.6 °C. Aunque estas cifras son significativas, no justifican una pérdida tan abrupta.
Bucio Pacheco destacó la necesidad de estudios de campo urgentes para determinar si la pérdida es consecuencia de causas naturales o de intervención humana. “La magnitud de este fenómeno debe ser atendida de inmediato para garantizar la sostenibilidad hídrica de la región”, subrayó.
La drástica reducción de agua ha paralizado la actividad pesquera en la presa Huites, afectando a cientos de familias que dependen de esta actividad. Óscar Echavarría Islas, líder de los cooperativistas de la presa, expresó que las condiciones actuales impiden el ingreso de pangas y han generado una mortandad masiva de tilapia, agravada por un trasvase reciente hacia la presa Miguel Hidalgo.
Ante esta situación, los pescadores han solicitado un programa emergente de apoyo al gobierno de Sinaloa para garantizar su sustento durante los próximos dos años, tiempo que estiman necesario para recuperar los niveles de agua y repoblar el embalse.
“En lugar de exigir indemnizaciones por las pérdidas, proponemos un esquema de respaldo que nos permita sobrevivir hasta que las condiciones mejoren”, señaló Echavarría.
Además, se creó un consejo regulatorio para establecer un nivel mínimo de agua que permita reactivar la pesca. Este organismo, respaldado por estudios de la Secretaría de Pesca del Gobierno de Sinaloa, busca garantizar la viabilidad del embalse para la actividad pesquera.
La crisis de la presa Huites no solo representa un desafío ambiental, sino también un problema económico y social para la región. Tanto los científicos como los pescadores coinciden en la urgencia de una intervención gubernamental que mitigue los impactos y garantice soluciones sostenibles a largo plazo.
Los próximos pasos incluirán investigaciones para esclarecer las causas de la pérdida y la implementación de medidas inmediatas que permitan enfrentar la emergencia. La presa Huites, vital para la región, enfrenta uno de los mayores retos en su historia.