Los artesanos chiapanecos aseguran que hay una crisis en el mercado. Los modelos que realizan y a los cuales dedican varias horas de mano de obra son plagiados por productores asiáticos y vendidos a precios con los cuales no pueden competir. La situación comienza a ser insostenible para los dedicados a este trabajo tradicional.
Mientras que los habitantes del sureste mexicano se dedican a tejer, hilar, pintar y moldear materiales, los chinos cuentan con máquinas que aceleran los procesos y entregan objetos que lucen como el arte local, pero no cuenta ni con la calidad, los materiales o siquiera la simbología y conocimiento que tendría una pieza original.
La mala calidad no frena a los compradores, debido a que muchos no tienen el ojo para reconocer un objeto auténtico o deciden comprarlo porque les parece vistoso. De esta forma se deja en riesgo al mercado nacional, así como a una serie de actividades que han sido transmitidas de generación en generación.
El bordado zoque en riesgo por los productores asiáticos
Antonieta Espinosa de la Torre es una de las afectadas. La mujer elabora blusas zoques. Mientras a ella le toma hasta una semana terminar cada una de sus piezas, las piezas asiáticas llegan por montones en barcos y son ofrecidas a un menor precio.
La industrialización de estos objetos tiene tres consecuencias: que se pierda la técnica original, que no haya atención al diseño y que la carga simbólica de estos sea nula. En la batalla por tener un mejor margen de ganancia, se utilizan materiales de menor costo y, por lo tanto, de menor calidad.
El documental Arte Zoque: Las que sienten amor por el bordado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, muestra el proceso que lleva a las mujeres de la zona el realizar este arte que es diferente al punto cruz, debido a que tiene un paso de hilo adicional que se llama punto de contado y lo separa de la técnica más usada en las piezas más convencionales.
La maestría de las artesanas que lo ejecutan es de alta especialidad, pues al equivocarse en cualquiera de los movimientos, pueden ocasionar que la figura que buscan no salga como debe. Mientras más complejos sean los diseños, más atención deben poner las dedicadas a esta labor.
¿Qué ofrecen las marcas chinas para competir con el arte tradicional?
Además de poder permitirse ofrecer productos a menor precio debido a la industrialización y elaboración de máquinas que copian los modelos mexicanos, los productores asiáticos toman los diseños ya existentes para replicarlos. Pese a que algunos pueden parecerse levemente a los que elaboran las artesanas, las diferencias son muchas.
Las piezas artesanales tienen la intención de durar varios años, además de tener una técnica única que aunque no es vista a primera vista, sí la destaca de otros productos similares. Esto las lleva a ser más preciadas y a tener una carga simbólica importante. Debido a la calidad de las telas e hilos, las piezas plagiadas tienen solamente un intención ornamental y prácticamente desechable.
Antonieta Espinosa asegura que es importante fomentar espacios para las artesanas, promover y rescatar a las y los dedicados a la realización a mano de estos artículos. Este bordado permite crear blusas, gorras, vestidos y otras piezas de alto valor tradicional.
La productora que representa a la cultura Zoque en Chiapas, dijo que incluso algunos diseños ya lo comercializan en las grandes empresas de telas sin que contengan los acabados y detalles de los artesanos. Dicha situación les genera grandes pérdidas económicas debido a que bajan las ventas y los compradores eligen precio por calidad.