Mazatlán, Sin.- (RI Noticias) – La modernización de la avenida Insurgentes, uno de los proyectos de infraestructura urbana más ambiciosos en Mazatlán, ha provocado una serie de dificultades económicas para los comerciantes de la zona, quienes reportan caídas de hasta el 50% en sus ventas. Con el cierre prolongado de la avenida y la falta de planificación adecuada en las etapas de obra, varios negocios se han visto obligados a reducir su personal o incluso cerrar temporalmente.
En un recorrido por el área, locatarios expresaron su preocupación ante las pérdidas económicas y la falta de información o apoyo por parte de las autoridades. “Estamos abajo del 50% en ventas, y ya se han cerrado varios negocios. Apenas estamos aguantando,” comentó un comerciante, quien también destacó que las autoridades comenzaron un nuevo tramo sin haber concluido el anterior, lo que ha prolongado los cierres y complicaciones. “No tomaron en cuenta a los comercios, y eso está afectando nuestras ventas y, sobre todo, nuestra permanencia”, añadió.
Las rutas alternas, aunque implementadas para mitigar el impacto, han resultado insuficientes. Los congestionamientos en vías como Pérez Arce y Ejército Mexicano han incrementado el tiempo de viaje, lo que ha afectado la afluencia de clientes en el área. Además, los locatarios señalaron la escasa presencia de trabajadores en la obra. “Solo he visto unos ocho empleados trabajando. Con tan pocas personas, los avances son lentos, y aquí estamos, esperando a ver si esto se termina antes de que la situación empeore más”, comentó un locatario.
Los costos fijos de los negocios en la zona, como la renta, agua, luz y demás servicios, han puesto a muchos en una situación insostenible. “Para nosotros, dueños de locales que pagamos renta, esto es una carga muy pesada. Soy madre de familia y esto se ha vuelto difícil”, dijo una comerciante.
El proyecto de la avenida Insurgentes, que incluye la instalación de concreto hidráulico para una mayor durabilidad, busca crear una infraestructura moderna y eficiente. Las autoridades municipales han señalado su compromiso con mejorar el tránsito y asegurar una infraestructura duradera para el desarrollo de Mazatlán. Sin embargo, los comerciantes piden mayor empatía y celeridad en la obra, con el objetivo de minimizar el impacto negativo en sus negocios.
Los locatarios llaman a las autoridades a agilizar los trabajos y a proporcionar más recursos humanos para evitar que el proyecto se extienda innecesariamente. “Pedimos que tengan empatía y nos ayuden con más personal para terminar esto pronto. Nos afecta muchísimo y necesitamos que se apuren,” expresó un comerciante de la zona.
Se estima que los trabajos de la obra concluyan para finales de enero. Actualmente, se está trabajando en los últimos 600 metros de la avenida, correspondientes a la segunda etapa, que abarca desde la calle 13 de Abril hasta México 68.