Mazatlán, Sin.- (RI Noticias) -La incertidumbre en el sector camaronero ha tocado fondo en Mazatlán, donde la producción baja en el primer viaje de la temporada ha puesto en riesgo los empleos de cientos de trabajadoras en las empacadoras locales. De acuerdo con Elba Espain, lider de las empacadoras de Mazatlán, la falta de producto afecta directamente a las mujeres que laboran en el procesamiento de camarón, muchas de las cuales temen quedarse sin ingresos para el cierre de año.
“Las mujeres están desesperadas; no hay camarón y, probablemente, ni siquiera logremos un segundo viaje esta temporada. Esto afecta mucho, sobre todo ahora que se acerca Navidad, cuando ni siquiera podrán costear la cena para sus familias,” comentó Espain. Las trabajadoras, muchas de las cuales dependen de este empleo, han solicitado apoyo urgente a los tres niveles de gobierno, pidiendo que se adelanten los fondos de Bienpesca, o se otorguen apoyos adicionales para iniciar otros negocios que les permitan subsistir.
La producción de camarón en altamar ha mostrado una tendencia negativa en los últimos seis años, con capturas que han disminuido drásticamente debido a diversos factores, entre ellos, la falta de subsidios y el aumento en los costos de operación, como el combustible. Según datos de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), en la temporada 2018-2019, las embarcaciones mayores capturaron 15 mil 188 toneladas de camarón, mientras que en la temporada 2023-2024 esta cifra fue de 9 mil 987 toneladas, una caída preocupante que afecta directamente a la cadena productiva.
La falta de producción no solo afecta a las empacadoras, sino también a la economía de toda la región, ya que de las 500 embarcaciones camaroneras registradas en Mazatlán, solo 193 salieron en operación en esta temporada. Esta reducción de la flota camaronera impacta el volumen de captura y pone en peligro las expectativas de producción de este año.
En este contexto, el programa Bienpesca, que actualmente otorga un apoyo de 7 mil 200 pesos anuales para cada pescador, se ha convertido en el único subsidio disponible para el sector pesquero, tras la eliminación de otros programas de ayuda económica en sexenios anteriores. Sin embargo, tanto trabajadoras como líderes cooperativistas consideran que esta ayuda es insuficiente para enfrentar la crisis que atraviesan.
“Es una situación desesperante, nunca habíamos visto algo así. Si no contamos con más apoyo, las empacadoras no podrán sostenerse, y las familias que dependen de este ingreso se verán en una Navidad muy difícil,” agregó Espain. Ante el difícil panorama, las empacadoras hacen un llamado a las autoridades locales, estatales y federales para implementar medidas que permitan sostener sus empleos, o al menos, apoyar en la creación de alternativas económicas.
Para muchas trabajadoras, el cierre del año pinta incierto, con pocas opciones para enfrentar una temporada que hasta ahora ha resultado devastadora.