La clase media en muchos países está atravesando una de sus etapas más difíciles en términos de estabilidad económica. A lo largo de las últimas décadas, los salarios de esta franja poblacional no han logrado mantenerse al ritmo de la inflación y el aumento de los costos de vida, lo que ha generado un creciente desajuste entre los ingresos y las necesidades básicas. La presión de los gastos en áreas como la educación, la salud y la vivienda ha dejado a la clase media con un margen de maniobra reducido, forzándola a recurrir a deudas y créditos para mantener su nivel de vida.
Esta situación se ve exacerbada por la inseguridad laboral, el aumento de la automatización y la precarización del empleo, lo que dificulta aún más la capacidad de ahorro y la planificación financiera a largo plazo. De profundizarse esta situación, ciertos aspectos de la vida cotidiana podrían volverse inaccesibles para la clase media en los próximos diez años.
QUE COSAS ELIMINARÁ LA CLASE MEDIA DE SU VIDA
Los recientes vaivenes económicos globales, como las crisis financieras, las pandemias y las recesiones, han afectado de manera desproporcionada a la clase media. En muchos casos, las personas que pertenecen a este estrato social ven cómo sus ahorros se evaporan ante imprevistos o situaciones de emergencia. A menudo, la clase media no cuenta con los mismos mecanismos de protección social que los sectores más vulnerables ni la acumulación de riqueza que caracteriza a las élites.
De profundizarse esta situación, la clase media tendrá que “renunciar” los siguientes aspectos de su vida cotidiana en los próximos diez años:
- Acceso a la vivienda propia: La creciente inflación, los altos costos de la construcción, y las tasas de interés más altas dificultarán aún más que la clase media pueda adquirir propiedades. Muchas personas podrían verse obligadas a posponer la compra de una vivienda o a resignarse a alquilar por más tiempo, e incluso algunos podrían tener que mudarse a zonas periféricas o a viviendas de menor calidad para poder cubrir sus necesidades.
- Educación superior para sus hijos: El costo de la educación universitaria está aumentando de manera significativa en muchas partes del mundo. A medida que los salarios se estanquen y el costo de la vida se incremente, las familias de clase media podrían enfrentarse a la difícil decisión de no poder financiar los estudios de sus hijos en instituciones de calidad o de asumir grandes deudas. El acceso a becas o financiamiento también se verá limitado, lo que afectaría la movilidad social ascendente.
- Viajes y ocio: Los viajes de placer, tanto nacionales como internacionales, podrían volverse un lujo inaccesible para muchas personas de clase media. A medida que aumentan los precios de los combustibles, los pasajes aéreos y otros gastos asociados al turismo, muchas familias tendrán que reducir o eliminar este tipo de actividades de sus presupuestos. El ocio será más local y reducido a actividades menos costosas.
- Consumo de bienes y servicios de calidad: El aumento de la inflación y el alza en los precios de los productos básicos afectarán el poder adquisitivo de la clase media. Muchos de los bienes y servicios de calidad a los que se tenía acceso, como tecnología de última generación, ropa de marca, o servicios de salud privados, pueden volverse inalcanzables. En su lugar, las personas podrían tener que recurrir a alternativas más económicas y, en algunos casos, a productos de menor durabilidad.
- Ahorro y planificación para la jubilación: Con la creciente inseguridad económica y la falta de empleos bien remunerados a largo plazo, muchas personas de clase media podrían verse obligadas a destinar gran parte de sus ingresos a cubrir necesidades inmediatas, dejando de lado el ahorro para la jubilación. Sin un plan de pensión adecuado y con los sistemas de seguridad social bajo presión, muchas personas podrían llegar a su vejez sin la seguridad financiera que esperaban, lo que aumentará la dependencia de la familia o el Estado en su etapa adulta.