La sequía en Sinaloa ha alcanzado niveles críticos, con un promedio del 28% en las reservas de agua de las presas, situación que amenaza el ciclo agrícola, especialmente para cultivos de alto consumo como el maíz, que verán una reducción drástica en su siembra.
El doctor Azareel Angulo Castro, experto en Suelos y Agua de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), señaló que esta crisis obliga a implementar como la siembra de cultivos con menor demanda hídrica, entre ellos cártamo, garbanzo y frijol, respaldados por los módulos de riego y el Gobierno del Estado.
Angulo Castro destacó que el frijol, cuyo precio de garantía supera los 27 mil pesos por tonelada, representa una alternativa rentable para los agricultores en esta temporada. Sin embargo, la situación es compleja. “Aunque algunos productores aprovechan la humedad residual de las lluvias de hace un mes para sembrar frijol, esa humedad se agotó rápidamente, y muchos cultivos han comenzado a secarse. Los módulos de riego están liberando agua por los canales para salvar las siembras, aunque el El estrés hídrico que han sufrido reducirá su rendimiento”, explicó.
Medidas para optimizar el uso del agua.
El especialista indicó que, para maximizar el uso del agua en los suelos secos, se recomienda compactar los surcos antes de regar. Esta práctica permite ahorrar hasta un 25% de humedad al reducir la infiltración, un recurso clave en estos tiempos de escasez.
A pesar de las dificultades, Angulo Castro destacó que algunos productores se están adaptando a esta situación. Ante la inviabilidad de sembrar grandes extensiones de maíz, se han orientado hacia hortalizas como el tomatillo y la cebolla, usando sistemas de riego presurizado, como el goteo, que requiere menos agua y ofrece rendimientos comparables a los de cultivos extensivos.
Un ciclo agrícola de aprendizaje y adaptación.
Aunque el panorama es incierto, Angulo Castro subrayó que la adversidad está impulsando a los agricultores a adaptarse y aprender nuevas prácticas. No obstante, advirtió que la falta de créditos agrícolas y la limitada posibilidad de sembrar cultivos de alta demanda podrían resultar en un fin de año difícil para el sector agrícola en Sinaloa.
Finalmente, mencionó que, según los pronósticos meteorológicos, aún existe una posibilidad de lluvias a mediados de noviembre. “Es crucial que los agricultores mantengan preparadas sus parcelas por si se presenta alguna recepción que permita aprovechar lo poco de agua disponible, y considere alternativas de siembra a pequeña escala con sistemas de riego presurizado, lo que podría hacer viable un cultivo limitado de hortalizas. “
Conclusión
La situación en el campo sinaloense exige medidas de adaptación y eficiencia en el uso del agua. Los agricultores han comenzado a explorar alternativas sostenibles y rentables, a pesar de los desafíos, con la esperanza de sobrellevar este ciclo agrícola en un entorno marcado por la escasez hídrica.