Esta gelatina aprovecha las propiedades digestivas del laurel y las combina perfectamente como un postre ligero y refrescante ideal para consumir después de cualquier comida durante el día.
Tradicionalmente, el laurel se ha usado en México y en otros países en infusiones para aliviar el dolor estomacal y otros malestares. La gelatina de té de laurel convierte estos beneficios en un postre único y sencillo de preparar.
Además, la grenetina en la receta añadirá colágeno a tu cuerpo que ayudará a mantener la salud en tus músculos, ligamentos, tendones y articulaciones.
Receta de gelatina de té de laurel
Esta receta es ideal para quienes disfrutan de los sabores sutiles y perfumados de las hierbas. La preparación incluye una infusión de hojas de laurel que luego se mezcla con gelatina sin sabor, resultando en una gelatina translúcida, de suave color y aroma delicado.
Tiempo de preparación
Para esta gelatina de té de laurel, el tiempo total estimado es de 4 horas:
- Preparación e infusión de laurel: 15 minutos
- Tiempo de reposo para enfriar la infusión: 30 minutos
- Tiempo de cuajado en refrigeración: aproximadamente 3 horas
- Ingredientes
- 6 hojas de laurel frescas o secas
- 4 tazas de agua
- 1/2 taza de azúcar (ajustar al gusto)
- 2 sobres de gelatina sin sabor (14 gramos en total)
- Jugo de medio limón (opcional, para realzar el sabor)
Paso a paso de este postre
Preparar la infusión de laurel: En una olla pequeña, coloca el agua y las hojas de laurel. Lleva a fuego medio y permite que hierva. Una vez que hierva, reduce el fuego y deja que se infusione durante 5 minutos para que el laurel libere bien su sabor.
Endulzar la infusión: Retira la olla del fuego y añade el azúcar, removiendo hasta que se disuelva por completo. Deja enfriar la infusión durante unos 30 minutos. Si lo deseas, añade el jugo de limón en este punto.
Hidratar la gelatina sin sabor: En un recipiente aparte, disuelve los sobres de gelatina sin sabor en un poco de agua fría. Deja reposar durante unos 5 minutos para que se hidrate.
Mezclar la gelatina con la infusión de laurel: Calienta ligeramente la mezcla de gelatina hidratada para que se disuelva (puedes usar el microondas en intervalos de 10 segundos). Añade la gelatina disuelta a la infusión de laurel y mezcla bien.
Verter en moldes: Vacía la mezcla en moldes individuales o en un molde grande. Lleva al refrigerador y deja cuajar durante aproximadamente 3 horas o hasta que esté firme.
Desmoldar y servir: Cuando la gelatina esté firme, desmolda y sirve fría. Puedes decorar con una hoja de laurel fresca o una rodaja de limón.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Esta receta rinde aproximadamente 6 porciones medianas de gelatina de té de laurel.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción contiene aproximadamente:
Calorías: 80
Grasas: 0 g
Carbohidratos: 20 g
Azúcares: 18 g
Proteínas: 2 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
Los usos medicinales de la hoja de Laurel
Un artículo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del gobierno de España señala que las hojas de laurel contienen un aceite esencial cuyos principales componentes son el cineol y el eugenol, dos componentes que le confieren propiedades carminativas y hepatoprotectoras que reducen los gases.
Además, contiene diversos ácidos orgánicos, minerales (como hierro y calcio) y otras sustancias con acción antioxidante (como la vitamina A) y bactericida.
El consumo de laurel suele hacerse por medio de infusiones y trae beneficios a los siguientes sistemas del cuerpo humano:
Digestivo: estimula el apetito, las secreciones digestivas y los movimientos intestinales, facilita la digestión, mejora y previene la acidez estomacal y los espasmos intestinales.
Respiratorio: favorece la expulsión de las mucosidades de las vías respiratorias y tiene acciones bactericidas, por lo que resulta muy adecuado en caso de bronquitis, faringitis, etc.
Circulatorio: contiene ácidos grasos insaturados, como el oleico y el linoleico que poseen acciones beneficiosas contribuyendo a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
