A través de un comunicado, la familia de Judith Vianney Toledo Santos confirmó que la joven enfermera fue localizada sin vida la noche del 3 de noviembre en un inmueble del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán.
Vianney, de 29 años de edad, laboraba en el Hospital Regional ‘presidente Juárez’ del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El 22 de octubre salió de trabajar, pero desapareció cuando se dirigía a su casa.
Según los reportes preliminares, personal de la Agencia Criminal de Investigaciones (AIC) recibió un reporte anónimo sobre la presencia de restos humanos en el patio de un domicilio en Santa Cruz Xoxocotlán. Al llegar a la vivienda, confirmaron que el cuerpo de Judith Vianney había sido cercenado y colocado dentro de una bolsa de plástico.
Información compartida por Milenio refiere que la Fiscalía General del Estado (FGE) inició una carpeta de investigación por el delito de feminicidio y, entre las acciones prioritarias, está investigar a la persona dueña de la casa en la que ocurrió el hallazgo.
El pasado 22 de octubre, alrededor de las ocho de la mañana, Judith Vianney le envió un mensaje a su mamá para avisarle que su turno estaba por terminar y que iba hacia su casa. Esa fue la última noticia que la señora Judith Santos tuvo de su hija.
Al no localizarla ni establecer contacto con Judith Vianney, su familia acudió al Hospital Regional ‘presidente Juárez’ del ISSSTE. Ahí, el personal del centro médico les dio acceso a los videos de las cámaras de vigilancia y pudieron constatar que la joven trabajó de forma regular entre la noche del 21 de octubre y la mañana del día siguiente.
Las grabaciones muestran que salió del hospital a las 08:20 horas del 22 de octubre. Llevaba puesto su uniforme de Enfermería color blanco, zapatos del mismo color y una chamarra rosa. Tenía consigo una mochila negra y una bolsa de mano que, aparentemente, sería de color azul.
Debido a que esa fue la última ubicación conocida de Judith Vianney, su familia y la Fiscalía solicitaron acceso a las grabaciones de las cámaras del sistema C4, pero no les fue concedido.
Con apoyo del Centro de Derechos Humanos ‘Bartolomé Carrasco Briseño’ y el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas, la señora Judith Santos corroboró el feminicidio de su hija y exigió una investigación eficaz a las autoridades.