Siempre que se habla sobre el cuidado de la salud se ponen en consideración temas como la alimentación y la actividad física. Estos forman parte del grupo de hábitos que muchos especialistas aconsejan incorporar en nuestra rutina de vida para mantener el cuerpo en funcionamiento y con un mantenimiento adecuado mientras los años pasan.
Desde el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia señalan que, a diario, al consumir alimentos las personas no cuentan con conocimiento claro de sus contenidos nutricionales, calorías, cantidades de sodio o azúcar. Por lo tanto, resulta necesario consultar a un especialista que pueda instruirnos para mejorar nuestra alimentación.
Un hábito a modificar
Por su parte, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos hacen referencia a la necesidad de incluir buenos hábitos que refuercen la salud, ayuden a evitar enfermedades y, en definitiva, mejoren nuestra calidad de vida, presente y futura. En este punto destaca el hacer ejercicio de forma regular, mantener una alimentación balanceada, no fumar, ni tomar alcohol y controlar la hipertensión arterial.
Si nos centramos en la alimentación, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos remarcan que los comportamientos repetitivos que nos hacen sentirnos bien pueden afectar al cerebro de maneras que cree hábitos que más tarde puedan ser difíciles de cambiar. Y existe un hábito en particular que debemos modificar porque produce un daño irreparable en la salud.
Científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) advierten que el hábito de consumir azúcar de forma excesiva puede ocasionar graves e irreparables daños en la salud de las personas. A través de un estudio, descubrieron que el azúcar agregado puede desgastar los órganos y dar lugar a desajustes en el funcionamiento de todo el organismo.
Ante estos datos, los investigadores aconsejan mantener una alimentación con un aporte adecuado de nutrientes y con una reducida ingesta de azúcar agregada para lograr cuidar de nuestra salud. Bárbara Laraia, una de las autoras del estudio, recomendó la inclusión de alimentos naturales y proteicos para favorecer un envejecimiento celular más lento.