Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, prometió “investigación e inteligencia” para terminar con la pugna interna del Cártel de Sinaloa, que ha escalado la violencia en la entidad, donde ha dejado más de 140 asesinatos desde el 9 de septiembre.
(En Sinaloa) se fortalecen las acciones de inteligencia e investigación. Inteligencia e investigación lo que tiene son dos cosas, una es atención a las causas evitar que los jóvenes se incorporen a bandas delictivas y la otra son detenciones”, expuso la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
Cuestionada sobre el recorrido del Gabinete de Seguridad, encabezado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, la gobernante mexicana aseguró que los funcionarios se reunieron con la ciudadanía y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y acordaron reforzar la seguridad.
En ese sentido, dijo que en Sinaloa se implementará la estrategia nacional presentada esta semana basada en cuatro ejes: atención a las causas; consolidación de la Guardia Nacional; fortalecimiento de la inteligencia e investigación; y coordinación con las entidades federativas.
Exaltó, sin embargo, que en el caso de Sinaloa el enfoque será la atención a las causas y el fortalecimiento de la inteligencia e investigación.
“Entonces son las dos, es atención a las causas y disminuir la impunidad y para disminuir la impunidad es la inteligencia, la investigación y la coordinación para poder hacer las detenciones de delincuentes que están generando violencia”, señaló.
Asimismo, reiteró que no volverá un enfrentamiento “fuera de la ley”, pues según ella eso es “la guerra”.
“La guerra quiere decir permiso para matar, eso no, no vamos a regresar (a la guerra contra el narcotráfico). Para todos aquellos que hablan de Estado de derecho, es protección a los derechos humanos y no va a haber colusión con el crimen”, afirmó.
Según la versión del Gobierno, la disputa del narcotráfico se desató luego de que Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín Chapo Guzmán, entregó a Ismael Mayo Zambada en Estados Unidos el 25 de julio en un avión.
Antes de dejar el poder, el ahora expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó la ola de violencia que padece Sinaloa y achacó a Estados Unidos la escalada de la misma, tras la captura de Zambada García.
Mientras que Sheinbaum, quien recibió el poder el 1 de octubre, prometió continuar apoyando al actual gobernador, quien reconoció que hay “generadores de violencia” en Sinaloa, pero confió en que esto termine con el apoyo de la presidenta y del Ejército y las Fuerzas de Seguridad.
El Gobierno mexicano ha desplegado más de 2.500 agentes de las Fuerzas Armadas ante la violencia, pero los militares también han sugerido que el fin de los enfrentamientos depende de que el Cartel de Sinaloa deje las disputas entre sí.