Tras el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, su suplente registrado ante el Instituto Electoral y de Participación de Guerrero (IEP) Gustavo Alarcón Herrera, tendría que asumir el cargo.
Sin embargo, ante la situación de violencia en el municipio, en la que en nueve días fueron asesinados tres miembros de la nueva administración municipal, hasta esta mañana no había certeza de que asumiera el cargo.
En caso de que no acepte, la gobernadora Evelyn Salgado debe enviar una terna al Congreso y los diputados locales deberán elegir a uno para nombrar al alcalde.
El pasado 27 de septiembre fue asesinado Ulises Hernández Martínez, capitán del Ejército y exdirector de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE) de la Policía Estatal, quien era señalado como el futuro secretario de Seguridad Pública de Chilpancingo.
El jueves 3 de octubre fue ejecutado en pleno centro de Chilpancingo Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, recién nombrado secretario general del Ayuntamiento.
El domingo 6 de octubre fue asesinado, también en Chilpancingo, el alcalde Alejandro Arcos.