Para el periodista Carlos Loret de Mola, la presidencia de Claudia Sheinbaum es lo mismo que la de el exmandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pero “con volumen más bajo”.
En su espacio noticioso, en el medio Latinus, el periodista dijo que “es la misma fiesta, pero le bajaron a las bocinas”. Señaló que eso quedaba muy claro con la reforma al Poder Judicial, pues, aunque ya no se reciben a diario los insultos, descalificaciones, calumnias y apodos, tampoco hay marcha atrás.
“Nada de búsqueda de un punto medio, de diálogo, de matiz, la forma es más suave, el fondo es igual de rudo, hoy sabemos que el amable saludo de la presidenta Claudia Sheinbaum a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Norma Piña, el día de la toma de posesión, no significó nada, nada más que un saludo, un mínimo de cortesía, que antes ni eso había, un fin a la mala educación, pero ya, nada más”, dijo el periodista.
Además, señaló que empezó la guerra de los poderes en el país. “El ejecutivo y el legislativo, que controla Morena, contra el poder Judicial, al que no controla todavía”.
Recordó que el jueves, la Suprema Corte abrió la puerta a analizar si echa para atrás la reforma judicial, sin embargo, el viernes, durante su conferencia de prensa mañanera, Claudia Sheinbaum, dijo que de ninguna manera podrían hacer eso, pues la Corte no tenía derecho ni facultades para hacer eso.
“Que la elección de jueces, magistrados y ministros va y va el próximo año. La presidenta no se sumó a la narrativa del sexenio pasado, de que la intención de la Corte es dar un golpe de Estado técnico, de hecho, ayer la ministra obradorista Lenia Batres, lo dijo en la sesión de la Corte, que lo que quería la Corte era dar un golpe de Estado, luego su compañera, Yazmín Esquivel, también obradorista, matizó tantito, no afirmó que era golpe de Estado, se preguntó si era golpe de Estado”, explicó Loret de Mola.
Recordó que el viernes por la mañana, Sheinbaum dijo que no era un golpe de Estado, que era un golpe aguado, porque no tenía sustento. Además, dijo que Sheinbaum no había acusado de corrupto a ningún ministro ni ministra, ni se quejó de ningún caso en particular, e incluso, había rechazado amenazarlos con juicio político si no votaban como ella quería, pero la presidenta no quería que se le moviera ni una coma a la reforma judicial.
“Incluso causó sorpresa su ironía citando el discurso de su antecesor Andrés Manuel López Obrador”, concluyó el periodista.