Un equipo de científicos ha estimado que el impacto de un ciclón tropical en Estados Unidos puede causar un marcado aumento de la mortalidad a largo plazo, hasta provocar un exceso de fallecimientos de entre 7 mil y 11 mil personas, según expone un estudio publicado este miércoles en ‘Nature‘.
La investigación, desarrollada por la Universidad de Berkeley y la Universidad de Stanford -ambas en California-, constató que el exceso de la mortalidad puede perdurar durante unos 15 años en las zonas afectadas por estos violentos fenómenos meteorológicos, que se presentan en forma de huracanes y tormentas tropicales.
Los principales autores del estudio, Rachel Young (Berkeley) y Solomon Hsiang (Stanford), analizaron el efecto que tuvieron 501 ciclones tropicales (TCs, en inglés) tras azotar directamente las costas estadounidenses entre 1930 y 2015.
A partir de las estadísticas recogidas por el Gobierno federal, confirmaron que un ciclón provoca 24 muertes directas de media, si bien detectaron que, al tener en cuenta su ‘efecto cascada ‘, los fallecimientos indirectos pueden oscilar entre los 7 mil y 11 mil.
Asimismo, calcularon que estos ciclones representaron alrededor del 3.2 y 5.1 % de las muertes registradas en la costa atlántica de EE.UU. entre el citado periodo de 85 años, es decir, hasta un total de entre 3.6 y 5.2 millones de fallecimientos.
Estos hallazgos sugieren que el impacto de los TCs, que anteriormente se consideraba “poco importante para los análisis de la salud pública en general”, es un factor subyacente significativo en la distribución del riesgo de mortalidad en esas zonas costeras, destacan Young y Hsiang en el texto del trabajo.
Entre los más perjudicados, precisan, se sitúan los bebés (menores de un año), las personas de hasta 44 años y la población de raza negra.
Estudios anteriores sobre el impacto de desastres naturales en poblaciones, recuerdan, han centrado su atención, sobre todo, en el número de muertes directas, que en la mayoría de los casos se atribuye a ahogamientos en inundaciones.
No obstante, los ciclones tropicales son una amenaza habitual en las costas estadounidenses, más allá del daño inmediato que causan a las infraestructuras, la economía o la sociedad, con desplazamientos de poblaciones, por ejemplo.
También representan, advierten, un problema de salud a largo plazo, en el que ciertos individuos ven reducido el acceso a la sanidad o afrontan un aumento del coste de la vida.
En este contexto, el análisis de los datos recogidos por los centros de control y prevención de enfermedades proporcionó a los autores pruebas de que el exceso de la mortalidad está relacionado con la diabetes, el suicidio, el síndrome de muerte súbita infantil u “otra causa no registrada”.
A esta lista le siguen como causas más comunes de fallecimiento las enfermedades cardiovaculares y el cáncer, según los expertos.
Young y Hsiang indican que este estudio demuestra que los ciclones tropicales están asociados al exceso de la mortalidad, si bien reconocen que no identifica los mecanismos subyacentes.
Por ello, proponen cinco factores que podrían explicar esa vinculación.
“Los daños económicos causados por la pérdida de empleos o los desembolsos necesarios para las reparaciones posteriores a un ciclón podrían, por ejemplo, reducir el gasto futuro en atención médica”, concluyen.