A las 5:36 de la tarde de este lunes, por última vez, Andrés Manuel López Obrador salió de Palacio Nacional aún como presidente de México.
El mandatario no iba a bordo del modesto Tsuru ni en el Jetta que solía usar antes de llegar al poder, sino que fue en una camioneta Suburban blanca, entre gritos de despedida de sus simpatizantes que fueron correspondidos con besos del tabasqueño.
Por última vez, levantó los brazos para despedirse y empezar el camino de salida de Corregidora 8 para tomar Correo Mayor y otras calles del centro histórico hacia la avenida Tlalpan, hasta el sur de la Ciudad de México.
En el último acto como presidente de México, López Obrador recibió en Palacio Nacional a mandatarias y jefes de Estado de Latinoamérica afines a su proyecto.
Por casi tres horas ofreció una comida a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; el primer ministro de Belice, John Briceño, y los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; de Chile, Gabriel Boric Font, y de Guatemala, César Bernardo Arévalo de León.
“Me despedí de ellos agradeciéndoles por sus muestras de apoyo y solidaridad con México, su pueblo y su gobierno. Abrazos de hermanas y hermanos a todos”, expuso el tabasqueño en sus redes sociales.
En la conferencia del viernes pasado indicó que “los temas, pues más que nada la cooperación que debe haber entre los pueblos, la amistad que siempre ha habido entre nuestros pueblos”.
Este lunes encabezó la última conferencia de prensa, rifó el reloj que usó por los últimos años, escuchó la música de un grupo veracruzano, desayunó, firmó libros y acreditaciones “para el recuerdo” y develó su retrato en la galería de los presidentes.
Platicó por cerca de diez minutos con la prensa que lo acompañó en todos sus actos públicos, y de los privados aguardó su salida o la de sus invitados.
Después, recibió a sus aún pares de otros países y tres horas después se fue.
Este martes entregará la banda presidencial a la doctora Claudia Sheinbaum en el Congreso, quien asumirá como presidenta constitucional. Y después de unos días en la Ciudad de México “para aclimatarse”, según dijo, el tabasqueño se irá a la quinta en Palenque, Chiapas, a la que llamó “La Chingada”.