Al reflexionar sobre qué hubiera pasado si hubiera sido presidente en 2006, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habría declarado la guerra contra el narcotráfico, como lo hizo el expresidente Felipe Calderón, y que se hubieran evitado muchas desgracias.
En su última conferencia matutina con preguntas y respuestas desde Palacio Nacional, López Obrador fue consultado sobre lo que habría hecho hace 18 años, de haber sido reconocido como ganador de la presidencia de la República.
A cuatro días de que termine su mandato, afirmó que no hubiera dado “un garrotazo a lo tonto al avispero”, en alusión a la confrontación que hubo con el crimen organizado, la cual derivó en miles de muertes y desapariciones. Aseguró que habría implementado la política actual de atención a las causas para evitar la criminalidad y habría impulsado el plan de Desarrollo Social con humanismo mexicano.
“¿Qué hubiese pasado si nos hubiesen respetado el triunfo en 2006? Se hubiesen evitado muchas desgracias, porque nosotros no íbamos a declarar la guerra al narcotráfico. Nosotros hubiéramos hecho lo mismo, atender las causas, y no nos íbamos a someter a recomendaciones del extranjero. Además, como íbamos a gobernar con legitimidad, después de ganar en elecciones democráticas, no íbamos a tener necesidad de actuar de manera espectacular ni de darle un garrotazo a lo tonto al avispero”, respondió.
El mandatario federal también señaló que habría impedido el avance de las privatizaciones, las cuales atribuyó a los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
“Hubiésemos impedido las privatizaciones que se hicieron a partir de entonces. Ya venían, se habían intensificado en la época de Salinas, siguieron con Zedillo, con Fox, pero con Calderón igual: contratos leoninos, saqueo, robo. En ese sexenio fue cuando se recibieron más ingresos por la venta del petróleo al extranjero; el precio estuvo en promedio en 100 dólares, y esos excedentes se derrocharon”, recriminó.
Sin embargo, López Obrador consideró que “el fraude electoral de 2006” le dio la oportunidad de conocer todo el país y, con ello, las necesidades reales de la población, lo cual le ayudó a obtener el triunfo en 2018.
El exjefe de Gobierno de la Ciudad de México estimó que será el presidente de México de mayor edad al terminar su mandato, con 70 años. Atribuyó las críticas recibidas de los expresidentes Felipe Calderón, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto “por ser más jóvenes” y no encontrar una alternativa para compensar sus tiempos.
“Entiendo a Calderón, está muy joven; Peña, Zedillo, les queda mucho tiempo y me imagino que no encuentran una alternativa para compensar, cómo ocuparse”, dijo.