Mazatlán, Sin.- (RI Noticias) – La sequía que azota el sur de Sinaloa ha sumido a los ganaderos de Mazatlán en una crisis sin precedentes, obligando a muchos a vender parte de sus hatos ante la falta de alimento y agua. José Antonio Lizárraga Rivera, presidente de la Asociación Ganadera Local, advirtió que las pérdidas económicas en la región ya alcanzan el 80%. “Estamos en una situación crítica, desde Mazatlán hasta Teacapán. La ausencia de lluvias ha generado condiciones insostenibles para la ganadería,” afirmó Lizárraga.
El fenómeno climático ha afectado gravemente a la producción pecuaria, especialmente en una región que es considerada una de las principales cuencas lecheras del sur de Sinaloa. “No hay potreros, hemos sembrado sin éxito y todo lo que hemos cultivado se ha secado. La falta de lluvias ha hecho que no tengamos cómo sostener a nuestros animales,” explicó el líder ganadero. La escasez de alimento ha llevado a varios productores a tomar la difícil decisión de vender a sus reses, un golpe duro para sus ingresos y el futuro de sus negocios.
La situación es alarmante. Muchos ganaderos han tenido que optar por deshacerse de sus animales, lo que no solo afecta su situación financiera inmediata, sino que también pone en riesgo la estabilidad a largo plazo de sus explotaciones. “La crisis se agrava cada día más, y el panorama no parece mejorar,” lamentó Lizárraga.
La esperanza de los ganaderos estaba depositada en el fenómeno meteorológico Ileana, que, según pronósticos, traería lluvias a la región. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. “Esperábamos que Ileana trajera alivio, pero no cayó ni una gota. La falta de lluvia nos dejó sin alimento para los animales, y el apoyo inicial en forma de esquilmos resultó insuficiente ante la prolongación de la sequía,” añadió Lizárraga. Esta situación ha llevado a un aumento en el estrés económico y emocional entre los ganaderos, que ven cómo su forma de vida se ve amenazada.
A medida que la crisis avanza, algunos ganaderos han comenzado a expresar sus preocupaciones sobre posibles interferencias climáticas. Lizárraga mencionó que hay dudas sobre la presencia de antenas ionizadoras en la región, dispositivos que supuestamente manipulan el clima. “Hemos tenido experiencias similares en el pasado, donde se ubicaron y destruyeron estas estructuras. Desde entonces, hemos notado que solo vemos pasar nubes, pero no hay lluvias,” advirtió.
La sospecha sobre la manipulación del clima ha creado un ambiente de incertidumbre entre los productores. “Estamos en alerta buscando antenas ionizadoras, porque ya nos pasó hace dos años, en la parte donde se tumbaron dos antenas, una en El Walamo y otra en La Cruz, Elota,” concluyó Lizárraga.
Ante esta alarmante situación, la Asociación Ganadera Local de Mazatlán ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que brinden apoyo adicional. La falta de lluvias y la crisis alimentaria están amenazando la producción ganadera, y sin una respuesta inmediata, el futuro de este sector vital para la economía local pende de un hilo.
La situación actual no solo afecta a los ganaderos, sino que también repercute en la economía regional, ya que Mazatlán es un punto crucial para la producción láctea y de carne en el estado. La pérdida de animales no solo impacta los ingresos inmediatos de los productores, sino que también podría tener efectos a largo plazo en la disponibilidad de productos lácteos y cárnicos en la región.
La comunidad ganadera de Mazatlán espera con urgencia que las autoridades tomen medidas efectivas para mitigar el impacto de la sequía y brinden el apoyo necesario para garantizar la sostenibilidad de este sector, considerable para la economía local y el bienestar de las familias que dependen de él.