Aunque la creencia popular señala que el 19 de septiembre ha sido el “día más sísmico” del que se tiene registro y, por lo tanto, se teme la presencia de un fenómeno de este tipo durante las 24 horas que dura la jornada, datos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) revelan que de los 294 mil 910 movimientos telúricos ocurridos de 1900 a 2023, sólo .36 por ciento se han originado en esa fecha.
De acuerdo con el conteo general, el 13 de septiembre ha sido “el día más sísmico” hasta el momento, con mil 73 eventos suscitados y, aunque no se encuentra en el primer lugar, el 19 de septiembre ocupa la segunda posición, con mil 66; seguido por el 2 de febrero, con mil 51.
¿El 19 de septiembre tiembla más que en otras fechas?
No obstante, el fenómeno se puede explicar con el efecto conocido como replicas, las cuales se originan después de que pasa un gran temblor, tal como el de 1985 y posteriormente el de 2017. Su propio desarrollo, según el Servicio Geológico Mexicano (SGM), se debe probablemente al reajuste mecánico de la región afectada que no recupera su estado de equilibrio inmediatamente después del sismo principal.
Inicialmente, la frecuencia de ocurrencia es grande, pero decae gradualmente con el tiempo y pueden efectuarse minutos, días y hasta años después del evento primario. Los datos del Sismológico también señalan que, durante el 19 de septiembre, abarcando todos los años, se han registrado únicamente nueve sismos superiores a 5 grados en la escala Richter, es decir, de moderado a épico. El más grande de ellos fue de 8.1, detectado en 1985, seguido por otro de 6.3 en 1993 y uno más de 5.5 en 1976.
Cabe señalar que el aumento en la percepción de sismos también se debe a la capacidad de observación que se tiene en la actualidad, ya que, durante 74 años, a partir de la fecha del primer evento, el número de movimientos reportados no superaba los nueve por año.
Además, es de destacar que dicha información es reflejo de los datos obtenidos; sin embargo, los expertos aseguran que no existe un “día más sísmico” en México, ya que dicha actividad es un fenómeno natural constante y aleatorio. Si bien hay ciertos patrones y zonas más propensas a los sismos, no hay una fecha específica en el año que sea más probable que ocurra un temblor fuerte, por lo que es necesario estar preparados para una emergencia.