Mazatlán, Sin (RI Noticias). – La sequía en Sinaloa y en otras regiones de México representa una amenaza sería para la agricultura, especialmente de cara al ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025. Las presas del estado están al 30.3% de su capacidad, muy por debajo del 50% necesario para asegurar un ciclo agrícola “más o menos normal”, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Este déficit hídrico no solo afecta la producción agrícola, sino que también plantea retos significativos en un contexto marcado por el cambio climático.
Los bajos niveles de agua en las presas generan preocupación entre los productores agrícolas, quienes enfrentan la posibilidad de una reducción en la superficie cultivada y una disminución en la productividad.
La especialista Ileana López Arreygue de Bayer México destaca que la agricultura regenerativa se presenta como una solución viable para mitigar estos efectos adversos. Este enfoque busca aumentar la productividad agrícola mientras se restaura la salud del ecosistema, a través de prácticas sostenibles que conservan la materia orgánica del suelo y mejoran la retención de agua.
En Sinaloa, la implementación de la agricultura regenerativa ya está en marcha. Desde hace dos años, se han iniciado proyectos que abarcan 1,000 hectáreas con semillas híbridas de maíz, demostrando un aumento considerable en la productividad, que ha pasado de 5 a 12 toneladas por hectárea. Estas iniciativas están diseñadas para ser accesibles a todos los tipos de productores, desde pequeños hasta grandes.
Marte Nicolás Vega Román, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado (CAAES), afirmó que se están explorando alternativas como la siembra de cultivos menos demandantes de agua, como el cártamo y el ajonjolí, además de asegurar la disponibilidad de semillas y financiamiento para los productores.
La agricultura regenerativa se basa en tres pilares fundamentales: el cuidado del suelo, la gestión eficiente del agua y la conservación de la biodiversidad. Las técnicas empleadas, como la rotación de cultivos y la siembra directa, contribuyen a mejorar la salud del suelo y aumentar la resiliencia de los cultivos ante condiciones climáticas adversas.
Este modelo no solo permite una producción agrícola más sostenible, sino que también reduce la dependencia de insumos químicos, ayudando a conservar la biodiversidad y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero.
En un esfuerzo conjunto, Gruma y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han lanzado un curso de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable, con el objetivo de capacitar a especialistas en prácticas agrícolas sostenibles en Sinaloa y Sonora. Este programa busca fortalecer la producción de maíz blanco, un cultivo clave para la seguridad alimentaria del país, preparando a los agricultores para adoptar tecnologías y prácticas que favorezcan la sostenibilidad.
La situación actual de sequía en Sinaloa representa un desafío considerable, pero también una oportunidad para adoptar prácticas agrícolas más sostenibles. La agricultura regenerativa puede ofrecer soluciones efectivas para mejorar la resiliencia de los sistemas agrícolas, garantizar la seguridad alimentaria y preservar los recursos naturales en un contexto de cambio climático. La colaboración entre empresas, agricultores y entidades gubernamentales será crucial para enfrentar estos desafíos y construir un futuro agrícola más sostenible en México.