Mazatlán, Sin. (RI Noticias).- El aumento de suicidios en México se ha visto exacerbado por la pandemia, que intensificó el estrés y la ansiedad en diversos sectores de la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el suicidio como un acto de profundo sufrimiento emocional, destacando la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado de las enfermedades mentales. A nivel mundial, la depresión afecta al 5% de la población adulta y puede llevar a una alteración significativa en las actividades cotidianas e incluso al suicidio.
En 2023, el país reportó un total de 8,837 suicidios, lo que posiciona al suicidio como la decimonovena causa de muerte. La tasa de suicidio, que alcanza los 6.8 por cada 100,000 habitantes, es particularmente alta entre los hombres (11.4 por cada 100,000) y en jóvenes menores de 40 años, lo que subraya una creciente preocupación entre las autoridades y expertos en salud mental.
En México, las estadísticas reflejan una tendencia preocupante. La tasa de suicidio, que en 2017 era de 5.3 por cada 100,000 habitantes, aumentó a 6.3 en 2022. Esto representa un incremento de 1,629 suicidios en 2022 en comparación con 2017. Este aumento resalta la urgencia de implementar medidas efectivas de prevención y apoyo.
El psicoterapeuta Miguel Ángel Ordaz, quien posee estudios de posgrado en terapia familiar sistémica y en Educación, además de especialización en adicciones, trastornos de la personalidad, duelos, ansiedad, depresión y terapia sistémica, enfatiza la necesidad de una respuesta inmediata y empática para abordar esta crisis. Ordaz también es conferencista, capacitador empresarial, catedrático y cofundador de la Asociación de Psicoterapeutas de Sinaloa AC. Según Ordaz, “la psicoterapia y el apoyo adecuado pueden marcar una gran diferencia en la vida de una persona. Es fundamental estar atentos y dispuestos a ayudar.”
Ordaz subraya que el diálogo sincero y sin prejuicios sobre el suicidio es crucial. “Muchos jóvenes solo buscan ser escuchados y comprendidos. El diálogo franco sobre el suicidio no solo ayuda a identificar riesgos, sino que también previene el agravamiento de la crisis,” afirma. Ordaz desmitifica la creencia errónea de que hablar sobre el suicidio podría incentivar el acto, insistiendo en que la prevención se basa en una conversación abierta y sin tabúes.
Para manejar casos de riesgo y apoyar a los jóvenes en crisis, Ordaz ofrece varias recomendaciones:
Buscar Ayuda Profesional Inmediata: Contactar a especialistas en salud mental para una evaluación exhaustiva y tratamiento adecuado. La intervención temprana por parte de profesionales capacitados es esencial.
Evitar la Culpa: Los padres deben entender que no son responsables de los problemas de salud mental de sus hijos. En lugar de culparse, deben enfocarse en brindar apoyo y buscar soluciones.
Fomentar la Comunicación Abierta: Crear un entorno familiar donde el adolescente se sienta cómodo expresando sus emociones sin temor a ser juzgado. La comunicación sin juicios es crucial para detectar y tratar problemas a tiempo.
Promover la Empatía y la Escucha Activa: Escuchar al joven sin apresurarse a ofrecer soluciones inmediatas. A menudo, lo que necesitan es ser escuchados y comprendidos para sentirse apoyados.
Eliminar Medios de Autolesión: Retirar objetos peligrosos del hogar que podrían ser utilizados para autolesiones, como un paso preventivo para la seguridad del adolescente.
Buscar Redes de Apoyo y Recursos Adicionales: Utilizar grupos de apoyo y servicios especializados para el adolescente y la familia. Estos recursos pueden proporcionar asistencia emocional y práctica.
Fomentar Actividades Positivas: Animar al adolescente a participar en actividades que promuevan su bienestar emocional y le brinden un sentido de logro y satisfacción.
Para asistencia inmediata, las familias pueden contactar a la Línea de la Vida al 800-911-2000 o al Chat de Confianza del Consejo Ciudadano al 55-55-33-55-33, disponibles las 24 horas del día. Estos servicios ofrecen apoyo vital en momentos de crisis.