Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, reconoció que los problemas y abusos del Poder Judicial no se van a terminar de la noche a la mañana con la reforma al sector, pero que se va a avanzar mucho.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador indicó que, con esta reforma, los jueces ya van a tener un comportamiento distinto porque no se van a sentir influyentes y en cambio se sentirán libres para impartir justicia para el pueblo.
Al momento de que la gente, todos los mexicanos, sean los que elijan a los jueces, magistrados y ministros, que esa es la esencia de la reforma, que a los integrantes del Poder Judicial los elija el pueblo, ya vamos a avanzar. No se van a terminar de la noche a la mañana problemas y abusos de autoridad, pero ya el juez va a tener un comportamiento distinto”, destacó.
“(El juez) no se va a sentir influyente o producto del influyentismo ni del nepotismo, sino que va a estar ahí, en ese cargo por voluntad de los ciudadanos, y se va a sentir libre para poder impartir justicia, no va a tener compromisos con nadie”, dijo.
“Es como si el presidente, como era antes, llega porque lo impulsaron, lo apoyaron potentados o fue producto de una campaña mediática, lo impulsó, lo apoyó la oligarquía, porque así era, yo fui víctima de la oligarquía porque consideraron que era yo un peligro para México, un peligro pata sus privilegios, y nos robaron la Presidencia en el 2006”, destacó.
El dictamen de la citada reforma fue aprobado la noche del domingo por Comisiones del Senado de la República y se espera que sea discutida y votada en las próximas en el Pleno, que se encuentra a un legislador de tener la mayoría calificada.
La reforma fue avalada el pasado 3 de septiembre en la Cámara de Diputados en la Unidad Deportiva de la Magdalena Mixhuca de la Ciudad de México.
Esta iniciativa ha desatado diversas protestas, entre ellas un paro de trabajadores del Poder Judicial, así como marchas estudiantiles en contra de la iniciativa.
Este lunes, los ministros de la Suprema Corte acordaron, aunque con decisión dividida, mantener la suspensión de actividades que empezaron el pasado martes, uniéndose así a los trabajadores del Poder Judicial que suman casi tres semanas en paro contra la reforma judicial.