Desde la expulsión de Adrián Marcelo de “La Casa de los Famosos México“, muchas personas han dejado ver su postura sobre los comentarios violentos hechos por el presentador regiomontano dentro y fuera del reality. Y aunque existen quienes defienden al influencer alegando que se trata únicamente de “humor negro“, muchas mujeres han resaltado que lejos de ser un chiste, la violencia es una realidad que se vive en México y en todo el mundo.
Pero lejos de reflexionar sobre estos pensamientos machistas, hay personas que continúan llevando el tema como una especie de broma perversa, siendo un gimnasio en Monterrey el que ha cruzado toda línea al colocar fotografías de Gala Montes en algunos sacos de boxeo, incitando a sus clientes a golpearla en nombre de Adrián Marcelo.
Las imágenes rápidamente se volvieron virales en redes sociales, siendo interpretadas como un ejemplo claro de violencia simbólica, una forma de agresión que, aunque no física, resulta profundamente perjudicial y refuerza las estructuras de violencia de género.
¿Qué es la violencia símbolica?
Vale la pena recordar que Adrián Marcelo fue expulsado de la segunda temporada de “La Casa de los Famosos México” luego de una serie de comentarios misóginos y violentos, muchos de los cuales fueron dirigidos a Gala Montes. A pesar de que la actriz evidenció la violencia del conductor, éste se escudó diciendo que se trataba de “humor” y una estrategia para ganar el premio en efectivo del reality.
Es así como tan sólo unas horas después de que Adrián Marcelo abandonara el programa, el gimnasio en cuestión colocó fotografías de la actriz Gala Montes en sus sacos de boxeo y las críticas no se hicieron esperar, pues colectivas feministas y usuarias de redes sociales denunciaron la acción del gimnasio como un acto de violencia de género.
La indignación no solo se centró en la clara apología a la agresión hacia una mujer, sino también en la insensibilidad mostrada por el establecimiento en un contexto donde la violencia contra las mujeres en México sigue siendo alarmantemente alta. Ante el escándalo, el gimnasio eliminó las publicaciones en sus redes sociales, aunque para muchos, el daño ya estaba hecho y uno de los términos que ha resaltado más es el de “violencia simbólica” y aquí te explico de qué se trata.
De acuerdo con feministas expertas, la violencia simbólica es una forma de violencia que no se manifiesta físicamente, pero que perpetúa y refuerza relaciones de poder y dominación a través de símbolos, imágenes y representaciones. En este caso, la colocación de la imagen de Gala Montes en un objeto destinado a recibir golpes (los sacos de boxeo) constituye una manifestación de este tipo de violencia, pues aunque no se está incitando a una agresión física directa hacia la actriz, el acto tiene una carga simbólica que fomenta el desprecio, la humillación y la deshumanización de las mujeres.
El sociólogo Pierre Bourdieu, quien teorizó sobre este tipo de violencia, explica que la violencia simbólica actúa de manera casi invisible, pero con efectos devastadores. Se manifiesta en el lenguaje, las imágenes y las prácticas cotidianas, reforzando desigualdades y subordinaciones sin que necesariamente se perciba como violenta de forma explícita; este tipo de violencia es particularmente insidiosa porque muchas veces es internalizada y normalizada tanto por las víctimas como por la sociedad en general.
¿Por qué es tan peligrosa la violencia simbólica?
De la misma forma, la colocación de la imagen de una mujer en un saco de boxeo para que sea golpeada simbólicamente por los entrenadores y boxeadores no solo es un acto misógino, sino que normaliza la violencia hacia las mujeres en espacios deportivos que, en teoría, deberían promover la igualdad, el respeto y el autocontrol.
Además, este tipo de acciones tienen un impacto en la percepción social de las mujeres, particularmente cuando provienen de instituciones deportivas que cuentan con una plataforma significativa ya que promover la idea de que las mujeres, especialmente aquellas que se expresan o desafían actitudes machistas (como en el caso de Gala Montes), merecen ser castigadas. Algunas de las razones puntuales por las que la violencia simbólica ejercida por Adrián Marcelo y sus seguidores es algo peligroso, son:
- Normalización de la violencia: a violencia simbólica refuerza estereotipos y roles de género que perpetúan la subordinación de las mujeres, lo que normaliza la desigualdad.
- Impacto silencioso y constante: aunque no es física, su sutilidad la hace omnipresente en la cultura, el lenguaje y las imágenes, dificultando su identificación y combate.
- Internalización de la opresión: las víctimas pueden llegar a aceptar y adoptar como naturales las ideas que refuerzan su subordinación, afectando su autoestima y capacidad de resistencia.
- Preludio de otras violencias: la violencia simbólica allana el camino para formas más directas de violencia, como la física o sexual, al legitimar comportamientos abusivos.
- Dificultad de sanción: al no ser físicamente agresiva, es difícil de reconocer y sancionar legalmente, lo que permite que continúe sin consecuencias inmediatas.
- Reproducción de dinámicas de poder: refuerza las estructuras de poder patriarcales, lo que contribuye a la perpetuación de la desigualdad y el machismo.
- Deshumanización de las víctimas: al reducir a las mujeres a meros objetos de burla o desprecio, facilita que se les perciba como inferiores, justificando su maltrato.
- Cultura de la impunidad: en muchos contextos, como en el deporte o los medios de comunicación, este tipo de violencia pasa desapercibida, contribuyendo a una cultura de impunidad.
- Efecto acumulativo: aunque cada acto de violencia simbólica puede parecer pequeño, su acumulación tiene efectos profundos en la sociedad, consolidando comportamientos y creencias machistas.
- Necesidad de sensibilización y acción: para combatir la violencia simbólica, es crucial educar a la sociedad sobre sus manifestaciones y efectos, y sancionar los actos que la perpetúan