(Reacción Informativa).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador abordó las discrepancias entre la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía de Sinaloa en torno a las irregularidades detectadas en la investigación del asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda.
En su conferencia mañanera, López Obrador reiteró su compromiso con una investigación a fondo que permita esclarecer los hechos ocurridos el pasado 25 de julio en Culiacán. Se cuestiona si Cuén Ojeda fue asesinado en un intento de robo de su camioneta o si el crimen está relacionado con el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, capo del Cártel de Sinaloa, en la misma finca.
El presidente expresó su respaldo al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y subrayó la necesidad de mantener la investigación activa sobre el posible secuestro de Zambada y el asesinato de Cuén Ojeda. Aunque López Obrador defendió la designación de la Fiscal de Sinaloa por parte de Rocha Moya, indicó que es crucial esperar a que se aclaren todos los detalles del caso.
“Queremos que se haga una investigación a fondo, seria, y que se informe de todo. Esperaremos a que la Fiscalía tenga todos los elementos y se informe con toda libertad”, afirmó el mandatario.
Además, López Obrador calificó como acertada la decisión de transferir la investigación del asesinato de Cuén Ojeda a la FGR, ya que ha permitido identificar diversas inconsistencias en la actuación de la Fiscalía de Sinaloa. Entre estas inconsistencias, destacan:
La necropsia realizada no estableció correctamente los signos cadavéricos inmediatos, como la temperatura, los signos tanatológicos, y las livideces, además de no describir adecuadamente la evolución del cuerpo.
Se encontró un fuerte hematoma en la cabeza del cuerpo y cuatro disparos en las piernas, detalles que no fueron debidamente documentados.
El video de la gasolinera, que tiene sonido, solo registra un disparo, mientras que los empleados de la estación no reportaron haber escuchado disparos.
No se identificó con precisión la fisionomía de los ocupantes de la camioneta.
No se elaboró una mecánica de hechos del evento, ni se procesó criminalísticamente el lugar de los hechos o el vehículo involucrado.
A pesar de encontrar manchas de sangre humana en la batea de la camioneta, no se realizaron peritajes ni determinaciones sobre estas.
Se permitió la incineración del cuerpo sin cumplir con las medidas de preservación necesarias, contrarias a las prácticas estándar en la investigación de homicidios.
La transferencia del caso a la FGR busca garantizar que todas estas irregularidades sean corregidas y que la investigación avance de manera transparente y eficaz para esclarecer este crimen y determinar las responsabilidades correspondientes.