México es el país con mayor número de picaduras de alacrán a nivel mundial, con alrededor de 300 mil casos al año.
Gerardo Contreras, académico del Instituto de Biología de la UNAM, detalla que en el país habitan más de 300 especies de alacrán.
Enfatiza que menos del 10 por ciento de las picaduras son consideradas de importancia médica en las que la atención es urgente.
Cuando un alacrán pica a alguna persona, señala el académico, el primer síntoma es dolor en el área, seguida de entumecimiento o ardor.
Posteriormente se enrojece el área, y en casos graves causa un paro en las vías respiratorias.
De ocurrir esto último es imprescindible acudir a emergencias o con un doctor y evitar la automedicación.
Hace poco, la Secretaría de Salud federal canceló la Norma Oficial mediante la cual se daba vigilancia y control obligatorio a la intoxicación por picadura de alacrán.
Lo anterior, por la ligera disminución de casos, en comparación con 2021, y a la asignación de más de 100 millones de pesos anuales para la compra de 367 mil frascos de tratamiento.
Expertos señalan que la falta de regulación podría complicar el pronóstico, con lo que se deberá confiar en que el personal médico esté debidamente capacitado.
Gerardo Contreras refirió que la mayoría de alacranes se encuentra hacia el Pacífico, por lo que los medicamentos o favoterápicos para tratar las picaduras de tal animal deben estar, en su mayoría, en dichas zonas.