Activistas climáticos de Futuro Vegetal vandalizaron con pintura roja y negra la fachada de la mansión del futbolista Leo Messi en la isla balear de Ibiza (España) para denunciar la “responsabilidad de los ricos” en la crisis climática.
El grupo señaló que con esta acción de “desobediencia civil no violenta” quiere denunciar el continuismo por parte del Gobierno de las políticas que agravan la crisis climática, “así como la desigual responsabilidad en la misma”.
Los activistas exhibieron una pancarta en la fachada de la casa y también el jardín con lemas en inglés en los que proponen “ayudar al planeta, comerse a un rico y abolir a la Policía”.
Los ecologistas recordaron el informe de Oxfam de 2023 que señala que el 1 por ciento más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad, pese a que las comunidades más vulnerables son las que padecen las “peores consecuencias” de esta crisis.
Según este grupo, la mansión de Messi es una construcción “ilegal” que el futbolista adquirió por la “exorbitante” cifra de 11 millones de euros.
El portavoz de Futuro Vegetal, Bilbo Bassaterra, afirmó que “la ley no funciona igual para todos”, ya que esta misma semana se ha desahuciado a casi 200 trabajadores en Ibiza, mientras que el PP “de la mano de Vox planean la legalización de edificaciones ilegales a cambio de un pago”.
La organización también criticó a la Policía, que considera una “herramienta represiva” para mantener “un orden de cosas donde las clases dominantes se saben impunes”, así como la promoción que hace el Govern balear del turismo como “solución a todos los problemas de las islas”.
Es el segundo verano que Futuro Vegetal elige Ibiza para protagonizar sus acciones reivindicativas. La temporada pasada roció con pintura de negro las cerezas de la discoteca Pacha e irrumpió en el ‘beach club’ de lujo Blue Marlin de Cala Jondal con pancartas de protesta con el lema: ‘Your luxury our climate crisis’ (tu lujo, nuestra crisis climática).
También arrojó pintura a un jet privado, a un Lamborghini y al megayate Kaos, propiedad de Nancy Walton Laurie, la milmillonaria heredera de la compañía Walmart.