Autoridades de los Estados Unidos confirmaron la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, líder de la organización criminal del Cartel de Sinaloa, así como de Joaquín Guzmán López, parte de la división de Los Chapitos, e hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo“.
Fue el domingo 25 de julio cuando ambos llegaron en un avión a El Paso, en Texas. Supuestamente fue Joaquín quien habría engañado a Zambada con ir al sur de México y terminaron en dicho aeropuerto, donde finalmente fueron detenidos por el Departamento de Justicia. Una traición, de acuerdo con diversos medios especializados.
Joaquín Guzmán López será investigado por cargos de tráfico de drogas a los Estados Unidos
Autoridades de los Estados Unidos acusan a los dos por ser presuntos jefes de un poderoso cartel mexicano, quienes se dedican a la fabricación y el tráfico de drogas sintéticas, especialmente el fentanilo o las metanfetaminas, mismas que acaban en el territorio estadunidense.
https://d-1271874421186917809.ampproject.net/2406131415000/frame.html Ahora, tendrá que enfrentar a las autoridades de Chicago. Fue trasladado a la misma cárcel donde estaba su hermano, Ovidio Guzmán López, la Prisión Metropolitana. Desde la liberación de su ficha de recompensa, se le involucra con el manejo de por lo menos 11 laboratorios clandestinos en Sinaloa.
Ahora, Joaquín Guzmán López deberá enfrentar al Gran Jurado Federal en el Distrito de Columbia, donde se le investigará e intentará inculpar de los cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero, posesión de armas de fuego, además de la producción, distribución y tráfico de fentanilo.
Joaquín Guzmán López era buscado por la DEA desde 2018
Solamente quedan libres dos miembros de Los Chapitos, por quienes hay una orden de captura en los Estados Unidos. El primero es Iván Archivaldo Guzmán Salazar, y el segundo es Jesús Alfredo Guzmán Salazar. En la prisión están Ovidio Guzmán López y ahora Joaquín Guzmán López.
Joaquín Guzmán está en la mira de la DEA desde 2018, cuando dieron a conocer una ficha de búsqueda, donde se buscaba por delitos en contra de los Estados Unidos. Había sido visto por última vez en Sinaloa, México. Su recompensa era de 5 millones de dólares por información que conduzca a su arresto.