Mazatlán, Sinaloa (Reacción Informativa).- La Cooperativa Maricultores de la Sirena ha anunciado el lanzamiento de un innovador proyecto de cultivo intensivo en el estero de la Sirena, ubicado en la zona sur de Mazatlán. Encabezados por Daniel Ernesto Flores Molina, presidente de la cooperativa, se planea sembrar diversas especies como el ostión endémico de la región, ostión japonés, jaiba, pargo y robalo.
El proyecto, denominado “Cultivos Intensivos en Líneas de Producción de Ostión”, ocupará aproximadamente cuatro hectáreas cedidas por Conapesca para el cultivo sostenible de estas especies marinas. Flores Molina destacó la importancia del proyecto no solo como una fuente de ingreso en tiempos difíciles, sino también como una oportunidad para revitalizar la economía local, ofreciendo empleo principalmente a residentes de áreas cercanas como Castillo, La Sirena y Santa Fé.
“Estamos comprometidos con el cuidado ambiental y la sustentabilidad. A pesar de los desafíos como la contaminación proveniente de fuentes cercanas como el cárcamo del Castillo, estamos implementando medidas para mitigar estos impactos, incluyendo limpiezas regulares del estero”, mencionó Flores Molina.
El inicio del cultivo de ostión se retrasará hasta mediados de octubre debido a las altas temperaturas actuales, con el objetivo de mantener los parámetros físicoquímicos ideales para el crecimiento de la semilla proveniente de laboratorio. La cooperativa está colaborando estrechamente con INAPSECA Culiacán y expertos en sanidad acuícola de la UNAM para monitorear y garantizar la salud de las especies marinas.
Además del cultivo, la cooperativa tiene planes ambiciosos para convertir el estero de la Sirena en una zona ecoturística. Flores Molina señaló que dentro del acta constitutiva de la cooperativa se contempla el desarrollo de actividades como tours en pangas, renta de kayaks, pesca deportiva y la apertura de un restaurante que ofrecerá productos marinos frescos.
“Queremos no solo producir, sino también educar y atraer a visitantes interesados en la belleza natural y la biodiversidad de nuestra región. Las pangas donadas por la escuela técnica pesquera serán restauradas para este propósito”, agregó Flores Molina.
A pesar de los retos, como la falta de apoyo directo de BIENPESCA, la cooperativa se muestra decidida a buscar su propio camino hacia el éxito. “No dependemos exclusivamente de ayudas externas. Estamos construyendo nuestras propias oportunidades y creando un modelo de negocio sustentable que beneficie a nuestra comunidad”, afirmó Flores Molina.
Con este proyecto, la Cooperativa Maricultores de la Sirena no solo aspira a impulsar la economía local a través del cultivo responsable y el turismo ecológico, sino también a ser un ejemplo de desarrollo comunitario en armonía con el medio ambiente.