Ciudad de México. La Arquidiócesis Primada de México llamó a los servidores públicos, especialmente a los recién electos, a que “no promuevan políticas públicas que buscando generar un bien, terminan generando desprecio hacia los seres humanos no deseados”, como es el caso del aborto y la eutanasia.
El egoísmo se alimenta con “políticas públicas del descarte” como el aborto, envolviéndolo como un “derecho”, y la eutanasia, “que es deshacerse de un ser humano porque ya no es productivo, o porque sufre, envolviéndolo en una falsa piedad”, señaló en el editorial del semanario Desde la fe.
“Ambas situaciones tienen algo en común, además de la muerte que conlleva de un ser humano, es que deshacerse de ese ser humano ya sea en desarrollo o enfermo, genera un ‘bienestar’ social, evita problemas para terceros, y evita sufrimientos a quienes son eliminados”, mencionó.
Agregó que “el resultado como sociedad lo estamos viviendo, cuando la vida humana puede ser desechada por su condición de deseada o no, de digna o no, también puede ser desechada en el pensamiento colectivo, cuando estorba a un plan de enriquecimiento, de control territorial, o incluso por cuestiones de “desarrollo personal”.
Invitó a la sociedad a reflexionar sobre la importancia del respeto a toda vida, “tenemos que dejar de pensar que temas como el aborto o la eutanasia son decisiones personales que no me afectan hasta que los tengo cerca”.
Por otro lado, ante la iniciativa de despenalizar el aborto hasta las doce semanas de gestación, realizada el pasado viernes por la Comisión de Justicia del Congreso de Puebla y que este lunes sería votada en el pleno, la Arquidiócesis de Puebla, manifestó su “enérgico rechazo”.
Hizo un llamado a los legisladores a considerar que hay temas más urgentes que deberían atender, como la inseguridad, la violencia, la salud, la educación y la promoción de la cultura. “Es innegable que una sociedad que aspira a la justicia, a la paz y al bien común, se debe fundamentar sobre los valores y los derechos humanos; por tanto, no será posible erradicar la preocupante violencia en que vivimos si, como sociedad, ejercemos violencia mortal, a través del aborto”, señaló en un comunicado.
“Como sociedad debemos apostar a la prevención, promoviendo una verdadera formación y valoración correcta del amor y del don de la sexualidad para la plenitud de la persona; además de ello, es necesario crear estructuras y mecanismos de protección en favor de las mujeres y de su dignidad; así como promover la toma de conciencia de la responsabilidad y el compromiso del varón ante un embarazo”, agregó.